4 de sep. (Bloomberg) -- Perder 5 billones de dólares en el desplome del mercado bursátil de China en sólo dos meses es malo, pero, medido por la intensidad de las oscilaciones en los precios, la ola de liquidaciones sigue sin sobresalir ante otros colapsos previos del mercado.

En la actualidad, China tiene las acciones más volátiles del mundo después de Grecia; sin embargo, las fluctuaciones son 30% menores que el promedio de los seis desplomes sufridos por los mercados financieros, incluidos los de 1929 en Estados Unidos, en Japón en la década de los noventa y en Tailandia en 1997.

La caída de 43% registrada hasta ahora en Shanghai Composite Index parece modesta, en comparación con la caída de 78% de su nivel más alto al más bajo durante el estallido de la burbuja de las empresas punto-com en 2000 y la caída de 84% del mercado ruso tras el incumplimiento de 1998.

Mientras que dichas caídas han destruido riqueza equivalente a la producción económica combinada de Alemania e Italia y obligado a intervenciones gubernamentales sin precedentes, es poco probable que las repercusiones de la situación actual sean tan graves como las de otras debacles económicas globales.

La mayoría de los frenesís bursátiles anteriores fueron provocados por crisis bancarias e incumplimientos de deuda. La caída de las acciones de China ha sido, en gran parte, un ajuste de precios con respecto a una valoración exagerada a raíz de una alza de más de 150%.

"La gran diferencia es que hay una corrección del mercado en China, pero no hay crisis financiera", dijo David Loevinger, ex especialista en China en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y quien ahora es un analista de la administradora de fondos TCW Group en Los Ángeles.

El impacto económico será limitado debido a que el mercado de valores, dominado por inversionistas individuales, únicamente juega un papel marginal para las empresas cuando quieren recaudar fondos, de acuerdo con Loevinger.

Los valores representaron alrededor de 3% de la financiación total de este año, en comparación con 67% proveniente de los préstamos bancarios, de acuerdo con datos del Banco Popular de China.

Si bien la crisis todavía se está desarrollando y la velocidad de la ola de liquidaciones ha sido rápida, su magnitud es menor que en otras crisis importantes. El índice MICEX de Rusia cayó durante un período de 12 meses, luego que la volatilidad subió a 154% en octubre de 1998, dos meses después que la administración del presidente Boris Yeltsin cayó en mora de 40,000 millones de dólares de deuda denominada en rublos.

Las oscilaciones históricas en los precios del índice Standard & Poors 500 subieron a 75% en diciembre de 2008 cuando el colapso de Lehman Brothers Holdings profundizó la crisis financiera mundial. El indicador bursátil perdió 57% en menos de dos años hasta marzo de 2009.

Clem Miller, un estratega de inversiones de Wilmington Trust, dijo que las turbulencias del mercado chino son similares a la explosión de la burbuja de las empresas punto-com --una corrección de los mercados financieros con un daño económico limitado.

"No creemos que haya un impacto negativo significativo en la economía china", dijo.

La economía de Estados Unidos cayó en una breve recesión en 2001, a raíz de una caída en el índice Nasdaq. La contracción del crecimiento sólo duró ocho meses. A finales del año, la economía ya se había recuperado.

La historia del Shanghai Composite, desde que inició sus operaciones en 1990, se ha caracterizado por cambios extremos. El indicador aumentó cinco veces entre finales de 2005 y su punto más alto registrado en octubre de 2007, antes de caer 72% hasta noviembre de 2008. La medida se duplicó en menos de un año a partir de su menor nivel de 2008, luego perdió más de 40% a junio de 2013. Durante el mes pasado, el índice de referencia estuvo 33% arriba.

"A pesar de que fue una gran crisis, esta no fue una crisis que necesariamente tendría efectos de gran alcance a nivel mundial", dijo Brian Jacobsen, quien ayuda a supervisar 250,000 millones de dólares como estratega en jefe de cartera de Wells Fargo Advantage Funds en Menomonee Falls, Wisconsin.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 04/09/2015