9 de jun. (Sentido Común) -- Sr. Pago es un nuevo servicio en México que ofrece --como otros antes que él-- la posibilidad de que una tienda de la esquina o un proveedor de algún servicio pueda cargar a sus clientes la venta de sus productos o servicios a una tarjeta de crédito o débito, vía un teléfono inteligente.

     Con la conexión a un smartphone de un dispositivo que vende Sr. Pago y que permite la lectura de los microchips o de las cintas magnéticas de esos plásticos, el dueño de una tienda, o el prestador de algún servicio, como puede ser un taxista, electricista o plomero, puede usar su teléfono para cobrar con cargo a las tarjetas de crédito o débito de sus clientes, ampliando con ello las opciones de cobro por sus bienes o servicios.

     Hasta aquí, nada diferente a lo que otras compañías similares, como Clip, iZette o Billpocket, ofrecen ya en el país a vendedores o prestadores de servicios que no cuentan con un terminal punto de venta bancaria para poder ampliar su formas de cobro.

     Sin embargo, Sr. Pago, a diferencia de esas empresas rivales, sí ofrece algo que las otras no: la posibilidad de usar el teléfono inteligente como terminal bancaria aun y cuando ese usuario no tenga una cuenta bancaria.

     Aunque esto parezca algo menor no lo es por la poca penetración que aún tiene el sistema bancario en México. De acuerdo a algunos estudios, menos de un cuarto de todos los comercios, negocios o, incluso, de los prestadores de servicios, tienen en México una cuenta bancaria.

     Esta característica del funcionamiento de la economía mexicana limita el tamaño del mercado al que esperan atender estas nuevas empresas de tecnología bancaria, algo que podría ser problemático a mediano y largo plazo en sus esfuerzos por acrecentar la presencia de sus servicios --sobre todo cuando este tipo de compañías requieren de grandes volúmenes en el número de usuarios y transacciones para ser verdaderamente rentables.

     “Luego de salir al mercado nos dimos cuenta que lo que realmente necesitábamos era un producto para los no bancarizado”, dijo Pablo González, fundador de Sr. Pago y quien hoy está al frente de este nuevo emprendimiento, en una entrevista. “La idea, una vez que nos dimos cuenta de las limitaciones que había en el mercado, fue hacer un producto fácil done el usuario no tuviera que entrar a una sucursal bancaria”.

     Para materializar esa idea, el equipo de Sr. Pago, en el que participan diversos expertos en tecnología, finanzas y telecomunicaciones, como son Migue Kelly, Uri Margen-David, José Luis Merino Romero, José Antonio Beltrán Salazar y Mario Corona Escobedo, reclutados por González con la ayuda de agencias caza-talentos, encontró la solución que, desde su perspectiva, hace de su servicio algo único en México.

     La solución consiste básicamente en lograr una asociación con una institución financiera para que ésta emita, a aquellos clientes que no tienen una cuenta bancaria, una especie de monedero electrónico en el que la institución depositará los recursos cobrados por el usuario del sistema y la tecnología de Sr. Pago.

     Con ese monedero electrónico, ese usuario podrá extraer o intercambiar con comercios asociados los recursos que se han depositado en él, sin haber tenido que sacar una cuenta bancaria.

     Así, con esta solución, que para algunos expertos consultados por Sentido Común, permite darle vuelta de manera inteligente a los problemas que enfrentan quienes no tienen una cuenta bancaria para poder convertir sus smartphones en terminales punto de venta, Sr. Pago está ya en capacidad de ofrecer su servicio sin que sus clientes tengan que cumplir con los múltiples requisitos que exigen los bancos para abrir una cuenta bancaria --sobre todo cuándo se trata de un negocio o de una persona con actividades empresariales.

     Para activar su monedero electrónico, el cliente de Sr. Pago sólo tiene que entregar, incluso vía correo electrónico, una copia de su identificación y un comprobante de domicilio. Esto para que Sr. Pago pueda vincular el dispositivo con el monedero electrónico para que el usuario pueda comenzar a utilizar el servicio de esta nueva empresa.

     “Esta solución representó un salto cuántico ya que antes de poder cobrar, el usuario tomaba dos meses y gran papeleo” para abrir su cuenta bancaria, dijo González. “Ahora en cinco o 10 minutos acercamos los beneficios del sistema financiero al mercado no bancarizado”.

     Hasta ahora, Sr. Pago ha logrado ya una asociación con la micro-financiera, Te creemos, a través de la cual está ya convenciendo a negocios no bancarizados a adquirir su dispositivo y servicio para ampliar sus formas de cobro.

     La empresa está en pláticas con otras financieras para que también logren un acuerdo y puedan de esa manera emitir los pseudo-monederos electrónicos para que los usuarios no-bancarizados del sistema puedan recibir los recursos que cobren con su teléfono inteligente.  

     Claro que el emprendimiento aún enfrenta el reto de convencer a esas tiendas de la esquina, o a esos proveedores de servicios, de desembolsar cerca de 500 pesos para adquirir el dispositivo, un reto no menor dado que para esos negocios ese costo es hasta cierto punto significativo.

     Una ventaja a favor de Sr. Pago es que cada vez más mexicanos cuentan con tarjetas de débito en las que sus empleadores depositan en muchas ocasiones su nómina y que sus dueños utilizan para sufragar sus gastos.

     Esta creciente "digitalización" de la economía mexicana podrá convertirse en un incentivo para que más comercios o prestadores de servicio acepten hacer la inversión en los dispositivos de Sr. Pago a fin de poder ofrecer esa forma de cobro a sus clientes, aun cuando eso implicará el pago de la comisión que cobra la empresa cada vez que sus clientes convierten su teléfono móvil en una terminal punto de venta gracias a la tecnología de Sr. Pago.

     Por lo pronto, el servicio de Sr. Pago está ya ayudando a algunos comercios a poder ofrecer productos más caros que difícilmente alguien pagaría con efectivo.

     Tal es el caso de Geslie Martínez Suárez, quien tiene un local de jugos, o juice bar, conocido como Sumería, en la colonia Roma y quien, gracias al servicio de Sr. Pago, ha comenzado a agregar productos orgánicos y naturales de la marca Superfood que, como dijo ella, "no son muy económicos".

     "Es más fácil que los paguen con tarjeta que con efectivo y en eso Sr. Pago nos ha dado un buen servicio sin problemas", dijo Martínez Suárez.

Derechos reservados © Cartera, S.A. de C.V. 2015

 


Fecha de publicación: 09/06/2015

Etiquetas: Sr. Pago industria bancaria telefonía tecnología servicios bancos tarjetas crédito débito