19 de mar. (Sentido Común) -- Tomar sólo un café en cualquiera de las 443 cafeterías de Starbucks en todo México es cada vez más difícil.

     Junto al sitio en el que el personal toma la orden del tipo de café, té, chocolate o bebida refrescante que los clientes desean --obviamente solicitándoles su nombre de pila para anotarlo en el vaso--, Starbucks despliega, en modernos aparadores, una buena cantidad de alimentos, desde pasteles, hasta panques, pasando por diversos tipos de paninis, que hacen difícil no sucumbir a la tentación.

     Al menos eso es lo que la empresa, una filial de Alsea, la compañía dueña de todos los Starbucks en el país y buena parte de América Latina, desea.

     Si bien hoy el consumo de alimentos en Starbucks México no es aún crucial, representa 20% de las ventas totales, la compañía quiere que más clientes acompañen sus bebidas --calientes o frías-- con alguno de sus, cada vez más variados, alimentos.

     “Siempre tratamos de invitar a nuestros clientes a que acompañen su bebida con un alimento, y eso es un porcentaje que hay que incrementar cada año en el negocio", dijo Sarai Jiménez, subdirectora de comunicación y relaciones públicas de Starbucks México.

      Para hacer realidad esa meta, Alsea decidió desde hace ya cuatro años meterse de lleno en la elaboración de alimentos para sus cafeterías Starbucks. La empresa comenzó entonces a planear la construcción de una fábrica de alimentos, que posteriormente edificó y equipó en el parque O'Donnell Industrial Park en las afueras de la ciudad de Toluca, la capital del Estado de México y muy cercana al área metropolitana de la Ciudad de México.

     La decisión parecía además muy sensata por las múltiples cadenas de restaurantes que maneja la compañía en México y que también podían ser abastecidas desde el nuevo centro de producción.

     Hoy, la fábrica que planeó construir Alsea en 2011 es una realidad, pero a diferencia del plan original de producir alimentos para los restaurantes y cafeterías de Alsea, como son California Pizza Kitchen o Italianni's, entre otros, está casi dedicada en su totalidad --96%-- a producir los alimentos para Starbucks México.

     Ahí 273 trabajadores elaboran todos los días entre 7,000 y 8,000 piezas de alimentos, que van desde el muy conocido pastel de zanahoria, hasta los muy demandados croissant de jamón y queso que Starbucks México comercializa ya en casi todos sus establecimientos en todo el país.

     La empresa, gracias también a su planta, produce entre 46 y 50 diferentes tipos alimentos como sándwiches o muffins.  La fábrica de Alsea es así pieza clave para lograr que se haga realidad la nueva campaña promocional de Starbucks México: "Come con nosotros, tenemos opciones para que disfrutes tu bebida".

     En buena medida, los ejecutivos de Starbucks confían en que lograrán eso por tres factores: la calidad de los ingredientes de sus productos, la innovación en el desarrollo de nuevos alimentos y el cuidado en su preparación.

     De estos tres, los dos últimos son tal vez los que están marcando más la diferencia entre Starbucks y sus competidores para atraer a más personas a probar sus alimentos.

     En materia de innovación, la empresa está sacando dos o tres productos nuevos, o variaciones de productos previos, al semestre con el propósito de ampliar y renovar con cierta periodicidad su menú.

     Recientemente, por ejemplo, Starbucks diseñó un nuevo pan con la intención de replicar los sabores de los hot cakes, o del pan francés, que mucho gustan en México a la hora del desayuno.

     El nuevo pan, que la empresa ha bautizado como Morning Bread y que contiene trozos de tocino, está destinado a lograr que más gente que acude a sus cafeterías a comprar un café por la mañana tenga la tentación de desayunar ahí también.

     Al calentar el pan, despide un olor similar al de los hot cakes con tocino, que abre el apetito de los consumidores, dijo Mariano Mañón, gerente de alimentos durante una visita guiada por la fábrica de alimentos de Alsea, conocida como IFC (Innovación, Fabricación y Creatividad), a un grupo de periodistas.

     Pero tal vez lo que más orgullo da a los ejecutivos de Starbucks de su planta de alimentos es que si bien en ella estos se elaboran --por motivos de eficiencia y costos-- en línea, siempre también interviene en el proceso la mano del hombre para que cada alimento tenga un toque individual y no sea sólo producido en serie como es común cuando se piensa en una fábrica de alimentos.

     Desde los pasteles de zanahoria, que embadurna uno a uno los trabajadores de Alsea con el betún que elabora la empresa, hasta los paninis y croissants, que si bien corren sobre una cinta movible, son rellenados poco a poco por varios empleados de la empresa que van colocando sus ingredientes a mano. Así, casi todos los alimentos que Starbucks produce en su planta tienen un toque individual. Ninguno es idéntico al otro.

     "Lo que buscamos es garantizar una producción en línea con calidad pero sin perder ese toque artesanal", dijo Mañón, enfatizando que es en eso en lo que Starbucks México está apostando para que sus cafeterías sean más que un lugar para tomar sólo café.

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Fecha de publicación: 20/03/2015

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