19 de mar. (Sentido Común) -- MVS Radio, una empresa propietaria de varias estaciones de radio, rechazó la petición de la conductora Carmen Aristegui de reunirse para tratar de salvar sus diferencias al reiterar su decisión de poner fin a la relación contractual que mantuvo con la periodista por seis años.

     La postura de la empresa, que pertenece al conglomerado de medios de comunicación MVS Comunicaciones, fue revelada minutos después de que Aristegui, quien hasta el viernes de la semana pasada conducía el noticiero matutino de MVS Radio, conocido como Primera Emisión de MVS Noticias, diera un mensaje a través de su sitio informativo, AristeguiNoticias, en el que pidió mantener el diálogo y reunirse con los directivos, Joaquín y Alejandro Vargas Guajardo, propietarios con sus hermanos de MVS, para intentar resolver el conflicto que provocó su salida y la de su equipo del aire.

     Ese conflicto se suscitó hace unos días cuando dos colaboradores de Aristegui en MVS Radio utilizaron la marca de la empresa para decir, equivocadamente, que respaldaba una nueva plataforma digital para la difusión, de manera anónima, de casos potenciales de corrupción.

     La plataforma se conoce como MexicoLeaks y aunque MVS Radio ha dicho que la respeta, tampoco la respalda. Para la compañía radiofónica, el uso indebido de la marca que realizaron los colaboradores de Aristegui, la llevó a perder la confianza en ellos y a despedirlos el jueves de la semana pasada.

     Al día siguiente Aristegui tras conducir su programa de noticias matutino, el más popular de la radio en México en ese horario, dijo que no regresaría a laborar hasta que MVS Radio reinstalara a sus colaboradores --los periodistas Daniel Lizárraga e Irving Huerta.

     Para el domingo por la noche, MVS anunció la salida de Aristegui de la empresa y optó por rescindir el contrato laboral con la periodista.

     Hoy Aristegui intentó tratar de resolver el conflicto manteniendo abierto el diálogo.

     “Queremos regresar pronto al aíre. En un momento de país como este no queremos y no debemos estar ausentes. Ese es nuestro objetivo”, dijo la conductora en su mensaje. “No está el país para cerrar sino para abrir voces. No está México para cercenar derechos y libertades sino para protegerlas. Nosotros pedimos a MVS que reconsidere la andanada y que no permita que se consuma el golpe. Ustedes, si están dispuestos y dicen sí, nosotros estamos listos para regresar”.

     Sin embargo, la petición de Aristegui, que estuvo precedida de su versión de lo que había ocurrido y condicionada a que se respetarán las condiciones laborales, contractuales y de libertad editorial que existían previas al rompimiento, no prosperó.

     MVS dijo en su propio mensaje que las diferencias entre la compañía y la periodista con su grupo de colaboradores, son ya infranqueables.

     “Este es el momento de que cada quien se haga responsable de sus propios actos. Los reporteros que fueron separados de sus cargos, son responsables de haber comprometido una alianza de MVS en la que no fuimos consultados. La periodista Carmen Aristegui es responsable de fijar condicionamientos y un ultimátum, que, por cierto, hoy reiteró a la administración de MVS Radio, para imponer su voluntad. Y MVS Radio, es responsable de no aceptar ni desafíos ni condiciones. MVS se hace responsable de su libertad de empresa y de contratación, libertades, Carmen, tan valiosas y apreciadas como tu libertad de expresión. Nuestra relación ha terminado. Te deseamos buena suerte”, dijo la empresa en voz de su vocero, Felipe Chao.

     La decisión de MVS muy probablemente llevará a Aristegui a buscar un amparo para intentar recuperar su trabajo, mientras la disputa se dirime en tribunales. Desde su perspectiva la terminación del contrato laboral es ilegal por las cláusulas que tenía.

     “Un contrato como el nuestro no se puede romper de esa manera”, dijo Aristegui. “No tienen derecho a romper con periodistas que tan sólo hacían su trabajo”.

     Sin embargo, MVS piensa lo contrario y al parecer la vía alterna que la periodista mencionó en su mensaje para resolver el diferendo no causó gran preocupación.

     Las palabras de ambas partes dejaron entrever que lo que parecía ser una muy buena relación laboral se descompuso de manera rápida y en la que ambas partes se han sentido defraudadas por la otra.

     Carmen dijo haberse sentido sorprendida por la reacción que tuvo la compañía al problema del uso de la marca. La periodista narró que hasta hacía pocos días no se había dado ningún síntoma de inconformidad con el trabajo de ella o de sus colaboradores por lo que el enojó de la compañía le pareció no sólo exagerado, sino que, desde su perspectiva, fue influenciado por el gobierno actual del presidente Enrique Peña Nieto.

     Aristegui y sus colaboradores fueron quienes iniciaron los reportajes sobre posibles conflictos de interés que se han detectado a los más altos niveles de la actual administración, incluyendo la esposa del presidente, su secretario de Hacienda y Crédito Público y el propio mandatario Peña Nieto. 

     Los tres han comprado o estaban por comprar residencia de lujo de empresas constructoras que se han visto beneficiadas de contratos de obra pública del gobierno actual o del gobierno estatal que encabezó Peña Nieto previo a su llegada a la presidencia.

     No hubo “un diferendo, enojo, situación específica que abonara en la idea de una ruptura cercana”, dijo Carmen, por lo que concluyó que el desenlace del problema fue algo que la empresa fraguó “con anticipación, premeditación y mucho poder”.

     Sin embargo, MVS estuvo en desacuerdo con la periodista ya que desde su perspectiva no hubo tal concepción maquiavélica para despedirla sino que fue la misma conductora la que provocó su cese al desafiar a la empresa exigiendo la recontratación de Lizárraga y Huerta.

     La empresa radiofónica sí estuvo de acuerdo en que la relación entre las partes había sido hasta hacía muy poco cordial, al grado que en diciembre MVS Radio renovó el contrato con la periodista y hace 15 días le autorizó la compra de un automóvil de lujo, con cargo a la empresa y con el doble del valor del que contemplaba el contrato, dijo Chao.

     Carmen, sin embargo, dijo sentirse sorprendida por la virulencia con la que reaccionó MVS al problema del uso de la marca. “Faltaron a todas las formas. Incumplieron todas las condiciones de un contrato para resolver una diferencia, en caso de que en verdad hubiera habido una. En realidad no había materia para un conflicto interno”, dijo Aristegui.

     Por su parte, MVS dijo haberse sentido traicionada por la periodista por no haber avisado del lanzamiento de la plataforma MexicoLeaks, aún y cuando ella platicó un día antes de su difusión con Joaquín Vargas.

     “El día anterior a tu anuncio, estuviste con el presidente de la compañía y no tuviste la atención de informarle siquiera de tu proyecto en el que según el propio reportero despedido, llevaban preparando desde hacía 8 meses”, dijo la empresa radiofónica. “La que faltó a las formas, fuiste tú Carmen”.

     Esa traición a la que alude MVS explica tal vez su enfado inicial al maluso que hicieron los colaboradores de Aristegui y que se tradujo días después en su despido. Todo esto hace difícil prever para algunos que las partes puedan reconciliarse.

     Más cuando MVS piensa que la que ha bloqueado el diálogo es Aristegui.

     “La periodista, no dio siquiera oportunidad de discutir los lineamientos editoriales que hoy reclama. Ella fijó un ultimátum desde los micrófonos de Noticias MVS”, dijo la empresa. “El diálogo, no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a la partes y tratando de alcanzar acuerdos”.

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Fecha de publicación: 19/03/2015

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