29 de ene. (Sentido Común) -- Las cadenas de supermercados Controladora Comercial Mexicana y Organización Soriana fueron castigadas por los inversionistas luego que anunciaron una transacción bajo la cual la primera venderá 160 tiendas, junto con otros activos, marcas y licencias, a la segunda.

     Aunque la transacción era esperada y el precio de cerca de 2,660 millones de dólares resultó también dentro de lo anticipado, los inversionistas salieron a vender las acciones de ambas empresas causándoles fuertes pérdidas.

     Los títulos de Comercial Mexicana cayeron 5.6%, mientras que los de Soriana bajaron 3.4%, en un día en que el índice de la Bolsa Mexicana de Valores retrocedió 0.7%.

     "No nos gusta la transacción”, escribió Alejandra Marcos, analista de Intercam Casa de Bolsa en un reporte, argumentando que Soriana quizás pagó de más por las tiendas y activos de Comercial Mexicana. “Además creemos que Soriana no ha mostrado ser eficiente en sus adquisiciones”.

     Claro que los ejecutivos de ambas empresas consideraron que la operación cumplía, por un lado, con los planes de des-invertir en tiendas de gran formato para concentrarse en establecimientos más pequeños, especializados y con mayores márgenes de ganancia, en el caso de Comercial Mexicana; y con su estrategia de expansión acelerada bajo condiciones favorables, en el caso de Soriana

     “Nos entusiasma la gran aportación en términos de prácticas corporativas. . . de Comercial Mexicana”, dijo Ricardo Martín Bringas, presidente y director general de Soriana durante una conferencia telefónica con inversionistas y analistas para explicar el acuerdo que alcanzó la empresa para comprar diversos activos de Comercial Mexicana. La transacción nos dará además “un mejor equilibrio geográfico, particularmente en el centro de la república donde Soriana” tenía escasa presencia.

     Bajo el acuerdo, Soriana comprará prácticamente todas las tiendas --160-- de tamaño grande de Comercial Mexicana, incluyendo los 118 inmuebles en donde están esas tiendas y los contratos de arrendamiento de las 42 restantes.

     La compra incluye también tres centros de distribución, 2,718 locales y espacios comerciales rentados en los alrededores de las tiendas y 51 activos inmobiliarios; además de licencias tecnológicas y sistemas de información por tres años, los derechos a perpetuidad de algunas campañas promocionales, como la muy conocida de Julio Regalado, y el uso por dos años de las marcas de las tiendas de Comercial Mexicana.

     Así, al cerrarse la transacción, Soriana mejorará la distribución de sus ingresos por zona geográfica, con la zona centro --incluyendo el área metropolitana de la capital del país-- superando ya por un punto porcentual a la zona norte, la región donde la empresa inició sus operaciones y que representaba hasta hace poco más de la mitad de los ingresos de la compañía.

     También con la compra de los derechos para usar la tecnología, los sistemas de información y las marcas, Soriana podrá gradualmente ir incorporando estas nuevas operaciones a sus plataformas tecnológicas y sus marcas sin que los consumidores en un primer momento noten el cambio. Esto con el fin de hacer una transición suave y sin altibajos.

     Este plazo nos permitirá “tomar y aprovechar de ambas compañías lo que más le conviene a la otra”, dijo Bringas, durante la conferencia telefónica.

     Por su parte, Comercial Mexicana dijo que la transacción le permite deshacerse de aquellos formatos en donde existe gran competencia y en donde los márgenes de ganancia son más estrechos, para poder pasar a concentrarse en formatos pequeños, más especializados y que están destinados a grupos poblacionales con un mayor poder adquisitivo.

     Esto lo logró la empresa, con sede en la Ciudad de México, al no aceptar vender, como parte de la transacción, los cerca de 40 establecimientos pequeños que tiene y que en su mayoría operan bajo las marcas City Market, un supermercado gourmet; Fresko, una tienda especializada en la venta de productos frescos; y Sumesa, un supermercado de formato pequeño.

     Así “ya no competiremos ni con Soriana ni con ningún otro formato de hiper-mercado”, dijo José Calvillo, director de administración y finanzas de Comercial Mexicana, en la conferencia telefónica con analistas e inversionistas de esa empresa.

     Calvillo dijo que los márgenes de ganancia de los tres formatos con los que se quedó Comercial Mexicana rondan entre 9 y 12%, un rendimiento muy superior al de los formatos de tiendas grandes de entre 3 y 4%.

     El ejecutivo de Comercial Mexicana dijo que la compañía espera incluso poder duplicar su tamaño en cinco años bajo su nuevo modelo de negocios gracias a que con los recursos que recibirá de la venta de sus tiendas grandes y de sus otros activos, gozará de una flexibilidad financiera que le permitirá tener una rápida expansión orgánica, o bien a través de la adquisición de cadenas regionales que cumplan con el criterio de contar con tiendas de tamaño pequeño, o de menos de 5,000 metros cuadrados de piso de venta.

     Esta limitante es incluso legal ya que Comercial Mexicana firmó en el acuerdo de compra-venta con Soriana que no participará en la industria minorista con establecimientos que superen esa dimensión durante los próximos cinco años.

     Claro que tal vez lo que más preocupa a los inversionistas de la compra que hizo Soriana es que la empresa tendrá que endeudarse para pagar por las nuevas tiendas y activos que adquirirá si las autoridades que regulan el mercado de valores y las que combaten las prácticas monopólicas o las concentraciones excesivas aprueban la transacción.

     Bringas explicó durante la conferencia telefónica que efectivamente los niveles de deuda de la empresa subirán fuertemente al momento de la compra porque la solventará con un crédito puente por el monto total de la operación en pesos.

     Sin embargo, el presidente y director general de Soriana dijo que la empresa podrá reducir rápidamente su deuda a través de diversas estrategias que la compañía ya tiene contemplado ejecutar, como sería la venta de activos no estratégicos por entre 100 y 120 millones de dólares, la venta de acciones en los mercados de valores por entre 500 y 600 millones de dólares y la venta de diferentes tipos de bonos, en distintos mercados, como podría ser el mexicano o el europeo, a plazos largos.

     Soriana estima así que en cuatro años podrá pagar toda la deuda que asuma para cerrar la transacción. Esto ocurrirá así no sólo por la forma como financiará en el mediano plazo la compra, sino porque además la empresa contempla utilizar el flujo de efectivo que recibirá de sus mayores operaciones para pagar esos adeudos en poco tiempo. 

     Soriana espera que, por ejemplo, sus ventas totales lleguen a ser de 145,000 millones de pesos al año (9,800 millones de dólares) cuando cierre la operación, con un flujo de efectivo, o ganancias antes de impuestos, intereses, depreciación y amortización de 11,000 millones de pesos (745 millones de dólares).

     El optimismo de la empresa en cuanto a poder reducir sus niveles de endeudamiento no fue, sin embargo, compartido por todos.

     La agencia calificadora Fitch Ratings emitió un comunicado a las pocas horas de que se anunció la transacción entre Soriana y Comercial Mexicana para anunciar que colocaba a la compañía compradora en observación ‘negativa’.

     “La observación negativa refleja el incremento esperado en los indicadores de apalancamiento de Soriana”, dijo la agencia crediticia, agregando que resolverá si la observación negativa conduce a una degradación de la calificación crediticia o no cuando se “concrete la adquisición y se evalúe la ejecución de la estrategia de financiamiento de la compañía para determinar el efecto de la nueva estructura de capitalización sobre el perfil crediticio de Soriana, lo cual podría resultar en una baja de calificación de varios niveles”.

     Claro que Fitch también reconoció las ventajas para Soriana de la operación. La transacción “contribuirá a fortalecer y complementar la presencia geográfica de Soriana, principalmente en el Distrito Federal y su área metropolitana, así como por formato de tienda”.

     En cuanto a las críticas en torno a que Soriana no ha sido muy exitosa en sus procesos de fusión, Bringas dijo que la empresa ha ganado experiencia al llevar a cabo otros procesos similares.

     Gracias a ello, él cree que ahora la compañía llevará a cabo la integración de las tiendas de la Comercial Mexicana sin contratiempos, sobre todo porque además cuenta con las licencias para el uso de marcas o de la tecnología, por entre dos o tres años, lo que le permite hacer una transición mucho más gradual y pausada.

     Para muchos analistas, los mayores problemas en materia de fusiones que ha enfrentado Soriana se dieron cuando compró cerca de 200 tiendas de Grupo Gigante en 2008.

     Bringas aceptó que esa fusión tuvo complicaciones inesperadas por diversas razones, una de las cuales fue totalmente ajena a la empresa: la recesión económica que paralizó la economía mexicana en 2009.

     También en ese momento esa fusión fue de mucho mayor tamaño relativo que la que planea llevar a cabo ahora con las tiendas de Comercial Mexicana, agregó Bringas.

     Cuando Soriana compró las tiendas de Gigante la empresa tenía cerca de 220 tiendas por lo que en esencia la empresa incorporó en seis mesas otra compañía del mismo tamaño a sus operaciones.

     Ahora, Soriana tiene cerca de 700 establecimientos por lo que la incorporación de 160 tiendas representa un reto de menor proporción relativa. 

     Así, si bien la reacción inicial al anuncio de la compra-venta Comercial Mexicana-Soriana no fue del todo favorable, la transacción apenas inicia por lo que las dos compañías tienen aún grandes retos para ejecutar sus respectivas estrategias y demostrar a los inversionistas que tomaron una buena decisión.

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Fecha de publicación: 29/01/2015

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