26 de ene. (Bloomberg) -- El juez argentino responsable de revisar el caso presentado contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el fiscal Alberto Nisman, quien fuera encontrado muerto el 18 de enero, considera creíbles las acusaciones, de acuerdo con una persona con conocimiento del proceso.

 El juez Ariel Lijo aún está analizando si las evidencias son suficientes como para justificar una investigación más a fondo sobre las denuncias acerca de que Fernández y otros funcionarios del gobierno trataron de encubrir la presunta participación de funcionarios iraníes en el atentado de 1994 contra un centro comunitario judío, dijo la persona que pidió no ser identificada porque la información no es pública. El juez decidirá en febrero si tomar o no el caso, dijo la persona.

 Lijo, de 46 años, ya leyó en dos ocasiones el informe de 300 páginas que dejó el fiscal y su personal está escuchando los archivos de audio de las conversaciones telefónicas efectuadas entre funcionarios del gobierno argentino, agentes de inteligencia, y diplomáticos iraníes, tanto actuales, como antiguos, dijo la persona. La presidenta Fernández no fue grabada en ninguna de las conversaciones en las que los funcionarios del gobierno y sus aliados dicen que hablan en su nombre, señaló la persona.

 En 2006, fiscales argentinos acusaron a Irán y al grupo Hezbolá de haber organizado el atentado de 1994 y emitieron ocho órdenes de aprehensión, una de ellas contra el ex presidente Ayatolá Ali Akbar Rafsanjani. Siete años más tarde, Fernández firmó un memorando de entendimiento con los iraníes para establecer una comisión de la verdad sobre el atentado.

 

Investigación del bombazo

De acuerdo con Nisman, el objetivo del acuerdo consideraba que los funcionarios iraníes fueran eliminados de las listas de los personajes buscados por la Interpol. A cambio, Argentina exportaría granos y carnes a Irán y recibiría petróleo.

 Nisman dijo que sus conclusiones se basaron en grabaciones de las conversaciones telefónicas entre Mohsen Rabbani, un Mulá (persona versada en el Corán y la jurisprudencia islámica) iraní y ex agregado cultural de la embajada iraní en Argentina, Jorge Alejandro Khalil, un empresario iraní con sede en Buenos Aires, el líder sindical Luis D'Elia y el legislador Andrés Larroque de la alianza Frente Victoria a la que pertenece Fernández.

 El gobierno dijo que aceptaría la petición de Nisman de desclasificar información sensible y también las identidades de los agentes de inteligencia que aparecen en su evidencia en contra de Fernández, dijo Oscar Parrilli, jefe de la agencia de inteligencia estatal, en una carta dirigida a la jueza María Servini de Cubría y que fue distribuida por la oficina de prensa de la presidencia.

 El canciller Héctor Timerman, quien también fue acusado por Nisman, dijo el 15 de enero que las acusaciones eran una falacia y que nunca hubo ningún intento de borrar a los funcionarios iraníes de las listas de la Interpol. Jorge Capitanich, jefe del gabinete, dijo que la supuesta evidencia de Nisman era "inconsistente".

 

La carta de Fernández

El cuerpo de Nisman fue descubierto el pasado domingo 18 en el baño de su departamento en Buenos Aires, con una herida de bala en la sien, un día antes de presentar las pruebas de sus acusaciones ante un comité del Congreso. Una pistola y un casquillo de bala se encontraron junto al cadáver y la autopsia preliminar no encontró evidencia de la participación de terceros, de acuerdo con la fiscal Viviana Fein.

 Lijo investigó las acusaciones de tráfico de influencias y soborno contra el vicepresidente Amado Boudou antes de acusarlo formalmente el año pasado. Boudou niega los cargos.

 Lijo no estuvo inmediatamente disponible para realizar comentarios al respecto, de acuerdo con un empleado que atiende el teléfono en su oficina de Buenos Aires.

 Alfredo Scoccimarro, el vocero presidencial, no respondió de inmediato a una llamada y correo electrónico en busca de comentarios sobre la participación de Lijo en el caso.

 Fernández redactó una carta en su cuenta oficial de Facebook el lunes 19 en la que se preguntaba, si Nisman escribió el expediente o si fue preparado por otra persona para difamar al gobierno.

     Días después, el jueves 22, Fernández sorprendió al decir que estaba convencida de que el fiscal que la había acusado de encubrimiento había sido asesinado, revirtiendo con ello su posición anterior de que se había suicidado.

     "En Argentina, como en todos los lugares, no todo es lo que parece ser y viceversa", dijo Kirchner en un comunicado publicado en sus cuentas de Facebook y Twitter. "¿Por qué iba a suicidarse cuando él, como fiscal, y su familia tenía una excelente calidad de vida?".

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 26/01/2015