21 de ene. (Sentido Común) -- El presidente Enrique Peña Nieto anunció diversas medidas que espera aceleren la construcción y venta de viviendas en el país a fin de regresar el lustre a un sector que a lo largo de 2013 y durante buena parte de 2014 tuvo que ajustarse a nuevas políticas que le restaron dinamismo.

     Ahora, a través de incentivos fiscales para las compañías desarrolladoras y de más subsidios a los préstamos hipotecarios para la compra de vivienda de interés social, entre otras medidas, el gobierno quiere detonar inversiones por cerca de 370,000 millones de pesos (25,000 millones de dólares) este año para edificar cuando menos medio millón de casas, que podrían beneficiar a 2.5 o más millones de mexicanos.

     Contar con un hogar propio “es una de las mayores aspiraciones de cualquier persona; alcanzarla es uno de los logros que da más alegría y satisfacción”, dijo Peña Nieto, durante la ceremonia en la que presentó las medidas que seguirá su gobierno para promover el desarrollo de viviendas en el país. Por ello, seguiremos “respaldando a las familias que tengan como meta contar con un espacio propio y dar a sus hijos una mayor calidad de vida”.

     El anuncio se da a medida que existen ya síntomas de que la industria de la construcción, en general, y de la edificación de casas, en particular, ha comenzado a repuntar.

     Eso revierte los problemas que generó la decisión del gobierno de cambiar las políticas de apoyo al sector de un modelo que favorecía la vivienda horizontal alejada de las ciudades, a otro que favorece la vivienda vertical cerca de los centros poblacionales.

     El cambio provocó un cisma al interior de la industria, que si bien comenzaba ya a evolucionar hacia esa política pública, fue sorprendida por el anuncio, lo que provocó un freno al financiamiento a la vivienda horizontal y a la devaluación de los terrenos que se habían adquirido lejos de las ciudades para hacer desarrollos habitacionales.

     El cambio de política, incluso provocó, en cierta medida, el colapso financiero de las tres empresas constructoras de vivienda más grandes del país: Desarrolladora Homex, Corporación Geo y Urbi Desarrollos Urbanos.

     Las tres empresas cayeron en incumplimiento y han estado negociando desde abril de 2013 con sus acreedores para reestructurar sus obligaciones financieras y así rescatar sus operaciones.

     Sin embargo, desde febrero del año pasado, las actividades de la construcción han registrado, por ejemplo, crecimientos ininterrumpidos mes a mes, con excepción de septiembre. Para algunos analistas, esto es una clara señal de que el sector logró este año un buen impulso tras un débil desempeño en 2013 y que muchos creen que incluso provocó que la economía registrara su peor tasa de crecimiento --de 1.4%-- en los últimos cuatro años.

     Con las medidas a favor de la construcción y la adquisición de viviendas, Peña Nieto busca incentivar aún más la industria de la construcción de viviendas que ya se ha adaptado a las nuevas políticas, como demuestra parcialmente el hecho que 35% de las casas que se edificaron el año pasado fueron parte de complejos residenciales verticales, comparado con 3% en 2012.

     “Esto muestra una clara tendencia [de las viviendas nuevas] hacia una mejor ubicación y cercanía a fuentes de empleo”, dijo Jorge Carlos Ramírez Martín, el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, en el evento.

     Algunas de las acciones que anunció el gobierno para detonar una mayor actividad en el sector de la vivienda este año son:

  1. Eliminar el cobro de la titulación de las viviendas adquiridas por personas con ingresos menores a 2.6 salarios mínimos.
  2. Otorgar un mayor subsidio gubernamental a la vivienda vertical edificada en ciudades. Ese subsidio adicional lo proporcionará la Comisión Nacional de la Vivienda (Conavi).
  3. Reducir la tasa de interés sobre los préstamos hipotecarios que otorguen los organismos gubernamentales de apoyo a la vivienda, como el Instituto del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) o el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Fovissste).
  4. Apoyar la transición de los créditos hipotecarios vinculados al salario mínimo a préstamos vinculados a tasas de interés.
  5. Eliminar los sorteos para obtener un crédito de Fovissste. Para ello y a partir de ahora, la entidad garantizará que quienes califiquen para obtener financiamiento lo obtengan de manera inmediata y con subsidio si su ingreso es menor a cinco salarios mínimos.
  6. Permitir que empresas desarrolladoras de viviendas sólo paguen el Impuesto Sobre la Renta sobre las parcialidades que reciban cada año, en lugar del monto total de la venta de una vivienda, como se ha hecho hasta ahora.
  7. Promover, a través de Infonavit, el otorgamiento de créditos para la adquisición de electrodomésticos de alta eficiencia a fin de que las familias paguen menos luz, agua y gas.

 Además de esas medidas, el gobierno está también contando con las ventajas que deben traer al sector las reformas financieras aprobada por el Congreso de la Unión el año pasado. Esos cambios permiten, por ejemplo, que los dueños de créditos hipotecarios puedan reestructurarlos fácilmente con otras instituciones financieras que ofrezcan tasas sobre esos préstamos más bajas y sin tener que hacer pagos por el uso de notarios.

     Las medidas anunciadas hoy “nos dan la condición de retomar el rumbo de una construcción de vivienda suficiente, digna y financieramente sustentable”, dijo Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público, durante el evento.

    



Fecha de publicación: 21/01/2015

Etiquetas: México economía industria construcción vivienda desarrolladoras créditos hipotecarios industria financiera bancaria