9 de ene. (Dow Jones) -- Si el exceso mundial de petróleo, que ha hecho que los precios del crudo se desplomen, ha provenido en gran parte de Estados Unidos, ¿por qué no están disminuyendo la oferta las empresas energéticas estadounidenses?

La respuesta en gran medida se puede explicar simplemente mediante teoría de juegos. En resumen, a pesar de que a todos los productores de petróleo del país les conviene colectivamente disminuir su producción, el interés individual de estos productores es opuesto. Cada uno de ellos está a la espera de que un rival realice ese cambio.

Este comportamiento --esperar a que alguien más recorte su producción para que uno no tenga que hacerlo-- es un ejemplo clásico del "dilema del prisionero", dijo Roger McCain, profesor del departamento de economía de Drexel University.

"Si no se pueden coordinar, uno bien puede obtener lo que pueda conseguir, y tomar decisiones basándose en la racionalidad egoísta", dijo.

La ley estadounidense les prohíbe a las empresas actuar de manera concertada para influir en los precios, por lo que una respuesta organizada de la industria petrolera es casi imposible, dijeron expertos.

"Si alguna vez ha habido un momento para cooperar, ese es ahora", dijo Fred Julander, presidente de Julander Energy con sede en Denver y que ha estado en el negocio del petróleo durante más de 40 años. "Pero no creo que eso suceda".

La producción de petróleo de Estados Unidos ha crecido en 1.1 millones de barriles diarios tan sólo en los últimos 12 meses, de acuerdo con datos federales, y ahora rebasa los 9.1 millones de barriles diarios. Aún no hay señales de una desaceleración.

Datos federales muestran que a finales de noviembre, las petroleras estadounidenses extraían 641,000 barriles diarios, más de los que obtenían a finales de junio, después de que los precios del crudo alcanzaron su máximo nivel.

Las estimaciones del sorprendente exceso de producción de petróleo llegan tan alto como la estimación de Barclays de 1.4 millones de barriles diarios; y tan bajo como los 600,000 barriles por día, de acuerdo con Chris Lafakis, economista de Moody's Analytics. La creciente demanda no va a absorber el exceso de oferta ni a subir los precios, dijo, por lo que "la mayor parte del ajuste tendrá que provenir de una oferta más baja".

Durante casi tres décadas, cuando los precios del petróleo subieron demasiado o cayeron demasiado, Arabia Saudita ajustó su producción para estabilizar el mercado. Ahora el Reino dice que ya se cansó de ser denominado el "productor variable" del mundo.

Rusia, que está en medio de una crisis económica impulsada por el petróleo, no puede fungir ese papel, y otros países productores de petróleo dicen que Estados Unidos causó el problema y que por ello debe solucionarlo.

Pero para Estados Unidos, la reducción de su producción petrolera en un millón de barriles diarios requeriría un enorme cambio. Si los recortes fueran compartidos por igual, cada productor estadounidense tendría que reducir su producción en 11%, o Exxon Mobil, Chevron y EOG Resource tendrían que parar su producción en Estados Unidos.

Decenas de pequeñas empresas de Estados Unidos podrían cerrar todos sus pozos petroleros a la vez sin que eso tuviera un efecto real en el excedente de suministros. Pero probablemente no lo hagan, hasta que se acabe su financiamiento, dijo Jim Burkhard, vicepresidente de investigación global petrolera de IHS.

Algunas empresas norteamericanas han dicho que planean reducir su gasto de capital el próximo año y disminuir la exploración en busca de nuevas fuentes de petróleo. Pero al mismo tiempo dicen que subirán su producción.

Para las empresas, reducir su producción de petróleo podría ser arriesgado, ya que podrían perder cuota de mercado, por no mencionar el dinero que necesitan para saldar sus deudas y perforar nuevos pozos.

Si se deshacen de equipos de perforación y cuadrillas de trabajadores, las empresas corren el riesgo de no poder aumentar su producción cuando los precios del crudo mejoren, dijo Daniel Katzenberg, analista de Robert W. Baird & Co. "Quieren esperar el mayor tiempo posible para dejarlos ir porque no saben si los podrán recuperar", dijo.

Eric Otto lo describió usando una teoría llamada la "tragedia de los comunes", en la que todos los que tienen acceso a un pastizal hacen que su ganado paste tanto como sea posible --decisión racional que conduce a que el campo sea explotado en exceso y se arruine.

Como analista de CLSA Americas, la subsidiaria estadounidense de una firma de corretaje con sede en Hong Kong, Otto dijo que las petroleras estadounidenses que están muy endeudadas, que tiene grandes planes de gasto y poca liquidez están enfrascadas en un juego de supervivencia, cada uno compitiendo por ser el último en recortar su producción.

"Si finalmente tienen que recortar, ellos desean ser el último en hacerlo", dijo.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

Copyright © 2015 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 09/01/2015