19 de dic. (Bloomberg) -- El ambicioso plan de China para reducir la contaminación mediante la adopción de cinco millones de autos eléctricos está encontrando un problema --la falta de estaciones de carga.

Eddy Wu, residente de Shanghai, compró un híbrido eléctrico porque el auto era ecológico, el cual fue subsidiado por el gobierno y estuvo exento del pago de las placas. Ahora lo conduce principalmente con gasolina, desperdiciando en gran medida sus capacidades eléctricas.

Su complejo de departamentos y el de su oficina no le permiten recargar su vehículo BYD en sus estacionamientos, al señalar que podría generar un riesgo de incendio. Usar la estación de carga pública más cercana significa conducir cinco kilómetros y pagar en efectivo.

Dado que se espera que caigan los precios de la gasolina por la caída de casi 40% en el petróleo crudo desde junio, Wu tendrá incluso menos incentivos para cargar su sedán Qin.

"Al principio fui optimista por las instalaciones de carga, pero ha sido difícil", dijo el analista de valores de 33 años de edad. "No tengo más remedio que utilizar gasolina".

Si bien la escasez de estaciones de carga está frenando la adopción de vehículos eléctricos en todo el mundo, el problema es particularmente agudo en China porque el país se ha comprometido a reducir las emisiones del efecto invernadero y disminuir su dependencia del petróleo importado, manteniendo competitivos a sus fabricantes de automóviles nacionales en medio del cambio de la industria automotriz de los vehículos convencionales que consumen gasolina.

"China necesita tener éxito en esto", dijo Klaus Puar, jefe del departamento de automoción en la empresa de investigación de mercado Ipsos. "Hay una dependencia en el petróleo, teniendo casi 25% de la producción mundial dirigiéndose a China. Creo que esta es la única oportunidad para que las automotrices chinas se pongan al día rápidamente con las automotrices internacionales”.

 

"Ansiedad respecto a la autonomía"

En Estados Unidos y Alemania, la "ansiedad respecto a la autonomía" --o el temor de un conductor  de quedarse sin energía antes de llegar a la estación de carga más cercana-- ha sido un obstáculo para la adopción de autos eléctricos. La falta de sistemas de pago unificado es otro reto, al haber diferentes redes de carga que utilizan tarjetas de pago electrónico incompatibles.

En China, muchos dueños de vehículos, como Wu, no tienen garajes o estacionamientos en el país en el que puedan conectar sus autos eléctricos por la noche.

Yan Xuefei, también residente de Shanghai, terminó por llegar a un acuerdo que le permite cargar un Qin por las noches en una fábrica cerca de su departamento. El ingeniero, de 27 años de edad, no puede cargar el auto en su complejo de departamentos debido a que los lugares de estacionamiento designados son limitados y ya están ocupados. En su oficina, los administradores del edificio tampoco dejaron que lo hiciera ahí, dijo.

Aún así, el estacionamiento de la fábrica es descubierto y sus gerentes le prohíben cargar su coche cuando llueve, diciendo que temen por los problemas de seguridad, como cortocircuitos.

"El gobierno ha dado generosos subsidios para que compremos estos autos y publicitado los méritos de los nuevos vehículos eléctricos", dijo Yan. "Pero muchos propietarios de automóviles no pueden cargar fácilmente sus coches, ya que no tienen lugares de estacionamiento designados".

 

Demanda limitada

En China, la demanda de vehículos de energía alternativa ha sido limitada a pesar de los subsidios del gobierno que pueden reducir el costo de los vehículos en cerca de 60,000 yuanes (9,750 dólares). Hasta septiembre, la nación había llegado únicamente a 12% de su meta de los vehículos de energía alternativa que se introducirán en 2015, de acuerdo con cifras del gobierno publicadas el mes pasado. Para 2020, la meta es tener cinco millones de estos autos en las calles de China.

Los vehículos también tienen derecho a una exención fiscal de 10% en su compra, así como también placas gratuitas emitidas en ciudades como Shanghai, donde las placas de un auto convencional con motor a gasolina pueden costar alrededor de 12,000 dólares.

 

Reducción de emisiones

La Unión Europea dijo en octubre que va a reducir sus emisiones en un 40% en las próximas cuatro décadas, hasta el año 2030. El presidente de China, Xi Jinping, se comprometió en noviembre a que las emisiones de su país lleguen a su mayor nivel cerca del año 2030, ahora que impulsa el uso de las fuentes renovables de energía y la energía nuclear. Su anuncio se realizó en forma conjunta con la promesa del presidente estadounidense, Barack Obama, de reducir las emisiones de 28% a 26% en los próximos 20 años hasta el año 2025.

Dong Yang, secretario general de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, instó a la ciudad de Beijing a acelerar la construcción de estaciones de carga en un blog el 24 de noviembre.

"Cuando los propietarios de autos híbridos tengan que decidir si van a utilizar electricidad o gasolina, el factor determinante serán las estaciones de carga", escribió Dong. "Con el aumento de las instalaciones de carga, los efectos de la reducción de las emisiones de gases de los vehículos híbridos se harán más evidentes".

El gobierno dijo el 25 de noviembre que dará incentivos a los gobiernos municipales para acelerar la construcción de instalaciones de carga de los vehículos. Asimismo, tiene previsto fomentar la inversión privada en la construcción de estaciones de carga, dijo el ministerio de Industria y Tecnología de la Información, el 25 de septiembre.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 19/12/2014