19 de dic (Dow Jones) -- Desde la década de los años setenta, Nigeria había enviado un flujo constante de petróleo crudo de alta calidad a las refinerías norteamericanas. Hasta hace a penas cuatro años, los buque tanques entregaban un millón de barriles diarios.

Luego vino el auge energético de Estados Unidos y para julio de este año, las importaciones de petróleo de Nigeria ya habían caído a cero.

Reemplazadas por la creciente producción petrolera de Estados Unidos, esos millones de barriles de crudo de Nigeria ahora se dirigen a India, Indonesia y China. Sin embargo, naciones del Medio Oriente están tratando de atraer a los mismos compradores. Eso ha provocado una batalla por ganar cuota de mercado que podría remodelar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y fundamentalmente cambiar el mercado mundial petrolero.

La semana pasada, los precios del crudo cayeron a su nivel más bajo en cinco años después de que International Energy Agency, o IEA, redujo su pronóstico de la demanda mundial de petróleo por quinta vez en seis meses. Eso indicó a los inversionistas que la economía mundial afrontará dificultades el próximo año, lo que hizo que el Dow Jones Industrial Average terminara la semana pasada con una pérdida de 1.8%, la mayor caída semanal del Dow en tres años.

Desde junio, IEA ha reducido su previsión de la demanda para 2015 en 800,000 barriles, mientras que dice que la producción de petróleo de Estados Unidos subirá el próximo año en 1.3 millones de barriles diarios.

La caída en los precios del petróleo a nivel mundial, de los más de 110 dólares por barril a menos de 62 dólares, ha sido considerada como un enfrentamiento entre Arabia Saudita y Estados Unidos, dos de los mayores productores de petróleo del mundo.

Pero la realidad es más compleja, la cual involucra a los rebeldes libios y a los taxistas de Indonesia, así como también a trabajadores del petróleo de Texas y a los ministros del petróleo de Oriente Medio. Ésta refleja tanto la oferta creciente de crudo, como la decreciente demanda del petróleo.

La caída del precio del petróleo no terminará pronto. Bank of America Merrill Lynch dijo que los precios del petróleo en Estados Unidos podrían caer a 50 dólares en 2015.

Las raíces de la caída en los precios se remontan a 2008, cerca de Cotulla, Texas, un pequeño pueblo ubicado entre San Antonio y la frontera con México. Ahí fue donde se perforó el primer pozo de la formación Eagle Ford Shale. En ese momento, Estados Unidos extraía cerca de 4.7 millones de barriles diarios de crudo.

En 2009 y 2010, la economía mundial mejoró, la demanda de petróleo aumentó y los precios del crudo subieron, creando un gran incentivo para descubrir nuevos suministros. En Cotulla y otros lugares, los perforadores estadounidenses respondieron al llamado. "Hubo, a falta de un término mejor, una competencia implacable por el petróleo, y encontramos una tonelada de petróleo", dijo Dean Hazelcorn, un corredor petrolero de Coquest en Dallas.

Hoy, doscientos pozos de perforación tachonan el sur de Texas, introduciendo brocas metálicas a grandes profundidades entre las rocas. Una vez perforados e hidráulicamente fracturados, estos pozos producen grandes volúmenes de petróleo de alta calidad; por el momento, Estados Unidos está produciendo 8.9 millones de barriles diarios, gracias a Eagle Ford y a otros nuevos campos petroleros.

Los estadounidenses no están consumiendo más gasolina o usando todo ese nuevo crudo, y en virtud de las leyes estadounidenses que datan de la década de los setenta, ha sido casi imposible su exportación.

Como resultado, las refinerías estadounidenses aprovecharon el crudo barato de Texas y Dakota del Norte, para reemplazar el petróleo de Nigeria, Argelia, Angola y Brasil, y de casi cualquier otra nación productora de petróleo, excepto Canadá.

OPEP envió a Estados Unidos 180.6 millones de barriles en agosto de 2008, un mes antes del inicio de la producción del primer pozo de Eagle Ford; en septiembre de 2014, envió aproximadamente la mitad de esa cantidad, 87 millones de barriles. Eso es cerca de 100 tanqueros menos que llegan a puertos de Estados Unidos. Éstos se dirigieron a otra parte.

Durante mucho tiempo, parecía que el creciente apetito mundial por el petróleo podría absorber toda el crudo desplazado. Para 2011, los precios comenzaron a rondar entre los 90 y 100 dólares por barril y principalmente se mantuvieron en ese rango.

Pero a principios de este año, otra tendencia comenzó a surgir, tomando por sorpresa a los analistas de energía de Wall Street y a otros observadores del mercado. En marzo, muchos analistas previeron que la demanda mundial de crudo crecería en 1.4 millones de barriles diarios en 2014, a 92.7 millones de barriles diarios.

Predicción que resultó ser muy optimista.

Vikas Dwivedi, estratega en energía de Macquarie Research, dijo que la desaceleración generalizada del crecimiento económico mundial debilitó parte de la demanda. Al mismo tiempo, varias monedas asiáticas se debilitaron frente al dólar estadounidense.

El costo de llenar el tanque de gasolina en Indonesia, Tailandia, India y Malasia aumentó, precisamente cuanto estos países estaban eliminando gradualmente sus subsidios en los combustibles. En Yakarta y Mumbai, los conductores redujeron su consumo.

"El hecho de que el crecimiento de la oferta fuera elevado no debió de haber tomado a nadie por sorpresa", dijo Dwivedi. Sin embargo, la demanda de petróleo "sencillamente cayó por el precipicio. Los mercados bajistas se alimentan de las sorpresas negativas".

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 19/12/2014