31 de Oct. (Dow Jones) -- El precio de la gasolina ha caído por debajo de los tres dólares el galón en la mayoría de las estaciones de servicio de Estados Unidos, lo que ha dado un muy bienvenido impulso a los consumidores estadounidenses y a las cadenas minoristas de cara a las fiestas de fin de año.

     Pero la caída del precio, que está obviamente relacionada con el descenso en el precio del crudo, también tiene un lado espinoso: amenaza con frenar el auge del sector energético estadounidense y golpear la economía en general.

     En general, Estados Unidos tiene aún más por ganar que perder de un crudo más barato, por lo menos a los precios actuales. Los precios más bajos de la gasolina brindan a los conductores más dinero para gastar en artículos discrecionales como comidas en restaurantes o vacaciones, además de que reducen los costos de muchos negocios.

     Pero el último descenso está generando un nuevo debate entre los economistas sobre el impacto de ese descenso en los productores nacionales de combustibles, un reflejo de las implicaciones de largo alcance por el resurgimiento de la industria de la energía de Estados Unidos.

     Los altos precios del petróleo de los últimos años han conducido a un auge del sector al hacer rentables técnicas de perforación costosos como la fracturación hidráulica.

     Ahora, los estados ricos en petróleo podrían ver un freno al crecimiento del empleo, al tiempo que los productores podrían ver caer sus ganancias y los inversionistas ya se están replegándose de uno de los sectores más calientes de la expansión.

     "Se crea ganadores y perdedores", dijo David Rosenberg, economista en jefe de la firma de gestión de dinero, Gluskin Sheffield & Associates. "Pero con o sin la revolución del gas de lutita, la economía de Estados Unidos sale ganadora".

     El precio promedio nacional de la gasolina regular cayó a un mínimo de cuatro años de 3.04 dólares el galón la semana pasada, de acuerdo con la Asociación Nacional de Automovilistas, con 55% de las estaciones de venta de gasolina expendiendo el combustibles a un precio inferior a los tres dólares el galón.

     Los precios del combustible llegaron a estar a un nivel de 3.68 dólares a finales de junio y han estado por encima de tres dólares el galón desde diciembre de 2010.

     Los precios del petróleo, que han caído cerca de 25% desde mediados de junio, se siguán cerca de 80 dólares en los mercados internacionales. El banco de inversión estadounidense, Goldman Sachs, recortó recientemente sus previsiones sobre el precio del crudo, ubicándolo en un nivel de 75 dólares por barril en el primer trimestre del próximo año.

     Los precios alcanzaron un nivel tan alto de hasta 103.66 dólares el barril en fecha tan reciente como junio, cuando los problemas políticos en el Medio Oriente hicieron temblar los mercados acerca de posibles interrupciones en el suministro.

     El descenso de los precios sigue "al período más largo de altos precios del petróleo en la historia de los Estados Unidos", dijo James Williams, economista de energía en Londres, Arkansas.

     Esos precios más altos desataron un aumento en la producción de crudo estadounidense, que ha crecido en más de 50% desde 2010, de acuerdo a cifras gubernamentales. La industria de la extracción de petróleo y gas representa 1.7% del producto interno bruto estadounidense, o medio punto porcentual por arriba del promedio de desde 1976, de acuerdo con economistas de JP Morgan.

     "A menos que veamos una reversión de los precios, vamos a ver un impacto sustancial en lo que ha sido el sector de crecimiento más atractivo de los últimos cuatro años", dijo Williams.

     Mientras los precios del petróleo se mantienen en, o por encima, de 80 dólares el barril, la producción es rentable para todos, con excepción de 4% de los pozos de los Estados Unidos, de acuerdo con International Energy Agency.

     Los analistas suelen coincidir en que la producción se desacelerará si los precios caen por debajo de 75 dólares el barril.

     "En este momento estamos a todo vapor", dijo Martin Craighead, presidente ejecutivo de Baker Hughes, una compañía servicios petroleros, en una conferencia telefónica sobre los resultados de la empresa a principios de octubre. "Si estamos sentados en 75 dólares llegada la temporada de vacaciones. . . entonces, ciertamente, creo que las conversaciones con los clientes serán diferentes".

     Los inversionistas también podrían repensar su apetito por los bonos emitidos por las empresas de perforación y de producción de petróleo.

     "Había demasiada inversión que supone que los precios nunca iban a caer", dijo Philip Verleger, economista de energía en Carbondale, Colorado, lo que hace recordar a muchos el mismo fenómeno, aunque en mucha menor proporción, al que se vivió en torno a la industria de las viviendas estadounidenses cuyos precios subieron a inicios del siglo de manera ininterrumpida, hasta su colapso en 2008 y 2009, provocando la peor crisis económica mundial desde la Gran Depresión.

     Una pregunta que se avecina es lo que significan los precios más bajos para entidades como Texas, Oklahoma y Dakota del Norte, donde el auge de la energía permitió registrar un menor impacto de la recesión económica de esos dos años y donde la recuperación reciente has sido mucho más vigorosa.

     Dakota del Norte, hogar de la rica región en petróleo shale, Bakken Shale, registró la mayor aceleración economía de los estados de la Unión Americana el año pasado, con una expansión de 9.7% a partir de 2012.

     También tuvo la menor tasa de desempleo, de 2.8% el mes pasado.

     "Si las ruedas se caen, las economías productoras de energía van a sufrir", dijo Ken Medlock, profesor Baker Energy Insititute de Rice University.

     Eso podría tener un efecto dominó sobre la vivienda y el empleo.

     Claro que la industria del petróleo y el gas ha añadido sólo alrededor de 60,000 puestos de trabajo desde 2010, una fracción de los nueve millones de empleos adicionales en toda la economía. Aunque, por otra parte, si ha sido una fuente de empleo muy bien pagado.

     Además, otros sectores también se benefician de su auge, lo que ha permitido también impulsar el empleo más amplio en esas regiones.

    


Fecha de publicación: 31/10/2014