21 de oct. (Dow Jones) -- Al aumentar cada vez más el riesgo de que el ébola pudiera aparecer en otros puntos del mundo, Estados Unidos ha instado a todas las naciones a enviar médicos y enfermeras a África Occidental, donde miles de vidas están en juego. Pocos han respondido a este llamado, pero un país que lo ha hecho sin titubeos es Cuba.

      Semanas después que el presidente estadounidense Barack Obama envió al primero de cerca de 4,000 soldados a África Occidental, la lucha por controlar al ébola ha dado lugar a singulares compañeros de lucha. Tal vez ninguna visión sea tan extraña como ver a médicos cubanos uniendo fuerzas con el ejército de Estados Unidos para combatir al ébola en África Occidental. Cuba siempre ha tenido una relación antagónica con su vecino del norte, Estados Unidos.

      Aspirantes a pesos pesados mundiales como China, India y Rusia han hecho muchos negocios en África, pero sus contribuciones a la lucha contra la epidemia del ébola hasta ahora han sido nimias. Las naciones con algunos de los sistemas de salud más avanzados del mundo han llegado demasiado tarde, con muy poca ayuda, para solventar la crisis, dijeron líderes de países afectados por el virus.

      Recientemente, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió "al menos 20 veces más asistencia" lo que incluye a "personal médico capacitado".

      "La respuesta internacional fue lenta", dijo la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf. Quien suplicó el envío de más personal médico, hablando desde la capital Monrovia en una conferencia sobre el ébola del Banco Mundial realizada en Washington. "Ahora más que nunca, necesitamos personal calificado y entregado para unirse a la lucha contra el ébola".

     Cuba ha respondido a ese llamado. Ha enviado a 165 trabajadores de la salud a la muy afectada Sierra Leona, un número desproporcionadamente grande para una pequeña isla de 11 millones de personas. Los voluntarios se están uniendo en África Occidental a grupos de trabajadores sanitarios de diferentes naciones que están bajo los auspicios de varios grupos de asistencia médica. Médicos Sin Fronteras dijo que tiene cerca de 250 asistentes internacionales en la región y en total, cerca de 3,000 que trabajan contra el ébola.

     Desde hace mucho tiempo, Cuba ha jugado un papel descomunal en África, al enviar tropas para expulsar al ejército sudafricano de Angola, y en la formación de guerrillas que se unieron a la lucha armada de Nelson Mandela contra el apartheid. A principios de 1960, Ernesto "Che" Guevara viajó para tratar de fomentar una rebelión en el este de la recién independiente República Democrática del Congo --sólo para encontrarse en compañía de hombres que él más tarde juzgó que estaban más interesados en el saqueo que en el socialismo global.

      "No podemos liberar un país que no quiere luchar para lograrlo", le escribió en una desanimada misiva al líder cubano Fidel Castro.

     En su lugar, el médico de origen argentino, convertido en revolucionario, sugirió que Cuba enviara algo más: médicos. Desde entonces, Cuba ha enviado decenas de miles de trabajadores de la salud a naciones extranjeras. El país envió 2,500 trabajadores de la salud a Pakistán tras el terremoto de 2005, y otros 1,500 a Haití tras el terremoto de 2010, dijo Jorge Delgado Bustillo, jefe de la Brigada Médica Cubana en Sierra Leona.

     En comparación, los 165 médicos que están aquí representan una respuesta cautelosa.

      "Trabajamos contra la malaria, el cólera, el dengue, en situaciones de desastre, como las inundaciones en Venezuela, las inundaciones en Guatemala, las inundaciones en Belice," dijo Bustillo. "¿Pero, el ébola? Esta es una primicia para los cubanos".

      En un discurso de este mes, Castro pareció recordar las hazañas militares de Cuba antes del despliegue de médicos en Sierra Leona. Los llamó "un ejército de batas blancas", y prometió: "¡Honor y gloria a nuestros valerosos combatientes de la salud y la vida!" de acuerdo con extractos del discurso que apareció en el periódico estatal de la isla, Granma.

     Los cubanos le restan relevancia a cualquier rivalidad con los estadounidenses. "Contra el ébola podemos trabajar en armonía con cualquier persona", dijo Bustillo. "¿Y con Estados Unidos? También podemos hacerlo".

      La semana pasada, la bandera cubana se extendía en toda una pared de un centro de conferencias, mientras los médicos se retorcían en sus asientos, esperando más de una hora a que el gobierno de Sierra Leona les diera la bienvenida oficial. Un funcionario australiano de la Organización Mundial de la Salud, responsable de capacitarlos en el tratamiento contra el ébola, observaba preocupado mientras los cubanos intercambiaban manazos amistosos, palmaditas en la espalda y otras demostraciones de afecto físico potencialmente peligrosas. Funcionarios de salud pública advierten que el ébola se puede propagar por contacto, ya que el virus es transportado por los fluidos corporales como el sudor.

     "Son un pueblo muy amistoso", dijo Katrina Roper, una funcionaria técnica de la agencia de la ONU. "Mañana me corresponderá explicarles por qué tienen que dejar de saludarse de mano y compartir cosas".

     El secretario de estado John Kerry exhortó a más naciones a enviar trabajadores de la salud y otras formas de asistencia. "Necesitamos que todas las naciones nos apoyen", dijo.

      El que Estados Unidos tenga que depender del apoyo de un rival de la Guerra Fría subraya la unánime respuesta humanitaria ante la epidemia del ébola. Estados Unidos es el mayor país donador, habiéndose comprometido a enviar a cerca de 4,000 soldados y cerca 400 millones de dólares en otro tipo de ayuda. Está enviando 65 oficiales de Public Health Service Commissioned Corps para atender una sala de prevención contra ébola enfocada a los proveedores de atención médica en Liberia. Más de 2,600 voluntarios de la salud se han inscrito en un sitio electrónico del gobierno para su posible despliegue auxiliando a diferentes organizaciones de ayuda.

      El mayor socio comercial de África, China, ha dicho que proveerá un millón de dólares en efectivo y dos millones en alimentos y especialistas a Liberia, Sierra Leona y Guinea, respectivamente. El gigante asiático también está enviando 170 trabajadores médicos a Liberia, informó la agencia noticiosa estatal Xinhua. Actualmente, 58 chinos atienden un pabellón para el tratamiento del ébola y el laboratorio donde se realizan pruebas de sangre ubicado un lado de una clínica fabricada en China. De éstos, 35 son conductores, operarios y jefes de cocina, dijo Guo Tongshing, jefe médico de la clínica.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 21/10/2014