Edimburgo, Escocia, 15 de sep. (Dow Jones) -- A pocas horas de que se realice el referendo sobre la independencia de Escocia, el primer ministro británico, David Cameron, dejó sus actividades para hablar con los electores en Edimburgo, en un esfuerzo de último minuto por convocar apoyo para una Gran Bretaña unificada.

     En Londres, la clase política ha mostrado una alarma creciente luego que las encuestas recientes han sugerido que la votación del 18 de septiembre estará mucho más reñida de lo que se pensaba. En un artículo publicado en el periódico Daily Mail, Cameron pidió a los escoceses permanecer en Reino Unido y mantener intacta la unión de 300 años de antigüedad.

     "Reino Unido es una nación preciosa y especial. Eso es lo que está en juego", dijo. "Por lo tanto, no permitamos que nadie en Escocia lo dude: queremos desesperadamente que se queden unidos, no queremos que se desintegre esta familia de naciones".

     En un frente unido, los líderes de los otros dos partidos políticos más importantes también cancelaron sus agendas para hacer campaña en Escocia.

     Hasta ahora, Cameron se había mantenido al margen del debate de la independencia de Escocia, donde él y su partido conservador son muy impopulares.

     Algunos escoceses dijeron que su deseo de independencia se debe a la desconfianza que les inspira Cameron y su partido, a los que consideran elitistas, desconectados de los escoceses que se inclinan más a la izquierda y que no apoyan las políticas populares de Escocia, como el aumento de los subsidios para los pobres y los discapacitados.

     Encuestas publicadas recientemente mostraron un aumento sorpresivo en el apoyo a la independencia, poniendo a ambos bandos codo a codo. Durante meses, el campo de los que están a favor de la unión estuvo fuertemente a la delantera.

     En Londres, Cameron y otros líderes han sido acusados de no tomar en serio la posibilidad de que los escoceses votaran por la independencia.

     Tony Loy, un carpintero de 22 años de Edimburgo, dijo que cree que la campaña de Cameron en Escocia será un viaje infructuoso debido a su baja popularidad.

    "Creo que esto alentara el voto de "sí" a la independencia, dijo Loy, quien votará a favor.

     El referéndum es la culminación de años de desear el autogobierno. La secesión escocesa tendría un efecto profundo en la política del Reino Unido: sería un duro golpe tanto para Cameron como para su Partido Conservador, al igual que para el Partido Laborista de oposición, que depende de los votos de Escocia como una parte significativa de su base política.

    Los nacionalistas necesitan una mayoría simple para poner fin a su unión. Alex Salmond, líder del Partido Nacionalista Escocés, dijo que Escocia sería oficialmente independiente en marzo de 2016, si los escoceses votan "sí."

    Otros dijeron que se necesitará mucho más tiempo debido a la incertidumbre que rodea a la independencia, como qué moneda usará Escocia y si puede unirse a la Unión Europea como país independiente.

     Mark Bishop, un jubilado de 64 años que vive en Edimburgo, dijo sentirse complacido de que Cameron finalmente estuviera haciendo un esfuerzo por acercarse a los votantes escoceses.

     "Ya era la maldita hora de que lo hiciera", dijo Bishop.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

 

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Fecha de publicación: 15/09/2014