28 de ago. (Sentido Común) -- Hace poco más de cuatro meses, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Mancera, lanzó, durante la celebración del Día del Trabajo, una propuesta provocadora y atrevida: debatir la recuperación del deterioro que ha sufrido el salario mínimo de México a lo largo de las últimas tres décadas y media.

     De inmediato, el planteamiento de Mancera generó un sinnúmero de reacciones y debates en torno al tema, pero más que nada despertó interrogantes sobre las ventajas o desventajas de llevar a cabo esa política de remediación del salario mínimo. También generó dudas de cómo podría llevarse a cabo y si tal medida no terminaría siendo más perjudicial que benéfica para quienes buscaba ayudar.

     Muchos creen, tras revisar el tema, que los aumentos al salario mínimo tendrán un impacto negativo sobre la población al acelerar la inflación por el incremento a un factor clave de la producción mexicana y, en consecuencia, podría también generar desempleo ante el  encarecimiento de la mano de obra.

     Pero quienes han reflexionado sobre la propuesta de Mancera, tanto en torno a sus bondades y como en torno a sus riesgos, cuentan con muchos más elementos a partir de ahora para revisar si vale o no la pena iniciar la recuperación del salario mínimo.

     Esto porque el jefe de gobierno del Distrito Federal, junto con su equipo económico y un grupo de asesores externos, presentó hoy un documento en el que muestra, desde su perspectiva, que sí es posible aumentar el mínimo sin generar los impactos negativos que muchos han mencionado en los últimos meses.

     “Estoy convencido, que podemos construir una trayectoria hacia la recuperación del salario mínimo”, dijo Mancera, en el Palacio del Ayutamiento al mostrar los resultados del debate interno que llevó su gobierno. “Lo más importante de este documento es que estamos demostrando. . . que sí se puede; estamos dejando en claro que sí hay un camino, que sí hay una ruta; estamos demostrando técnicamente, con la opinión de los expertos, que esto es factible. Se están formulando los cómos, las propuestas precisas y las rutas posibles”.

     El documento precisa que antes de elevar el salario mínimo en México es necesario desvincularlo del valor que tienen multas, sanciones o incluso, en algunos casos, los pagos sobre algunos créditos hipotecarios.

     En México, la multa por pasarse un alto, por dar una vuelta prohibida, por insultar a la autoridad no es una cantidad fija, sino más bien una cantidad que depende del nivel en el que se encuentre el salario mínimo de la ciudad o región en la que se cometa la infracción.

     Por ejemplo, la multa por darse vuelta en un lugar prohibido en la capital del país es de 20 salario mínimos o 1,345.80 pesos --con su 50% de descuento por pronto pago.

     De ahí que si el salario mínimo se incrementa también lo harán y en la misma proporción todas esas multas, sanciones o pagos hipotecarios vinculados a esa cifra. Frente a esta realidad, el equipo de Mancera propone, antes que cualquier otra medida, desvincular el pago mínimo a un trabajador del valor de estos otros precios.

     La desvinculación, que incluso han propuesto altos funcionarios de gobiernos pasados, como lo hizo el ex secretario del Trabajo y hoy senador por el Partido Acción Nacional (PAN), Javier Lozano, permitiría hacer aumentos al salario mínimo sin impactar otros precios de la economía, y así reducir el riesgo inflacionario.

     En el caso de la propuesta de Mancera, su equipo propone crear una unidad de cuenta para que esas tarifas, sanciones, multas o pagos hipotecarios crezcan año con año, pero no con referencia al salario mínimo.

     Una vez que se logre la desvinculación del salario mínimo con otros precios, el gobierno del Distrito Federal propone un incremento de una sola vez de 23.1% al salario mínimo para subirlo de su nivel actual de 67.29 a 82.26 pesos diarios.

     “Ese salario es el nivel de ingreso que necesitaría un trabajador para poder comprar dos veces la línea de bienestar mínimo que. . . es la que separa a los pobres extremos de los pobres”, dijo Gerardo Esquivel, economista asesor en la elaboración del documento con el que Mancera espera llevar la discusión sobre la propuesta de remediar la pérdida de poder de compra del salario mínimo al siguiente nivel.

     Esa pérdida la estima la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en cerca de 40% en las últimas dos décadas, en las que la inflación ha sido superior al incremento del salario más bajo de los trabajadores formales del país.

     Sobre las preocupaciones en torno al impacto inflacionario que podría tener uno o varios aumentos al salario mínimo, Esquivel dijo que el incremento propuesto provocaría, como máximo, un aumento en el nivel de precios de 0.9%.

     Creemos que “no sería un tema de preocupación el tema de la inflación, porque se daría en una sola ocasión”, agregó Esquivel, quien es también investigador y profesor de economía en el Colegio de México, una de las instituciones de estudios de postgrado más prestigiadas de México.

     Claro que la meta final de la propuesta de recuperación del salario mínimo del jefe de gobierno es mucho más alta que la de 82.86 pesos para este año. Mancera propone llevar el salario mínimo actual a un nivel de 171 pesos diarios en el mediano plazo.

     Las autoridades del gobierno del Distrito Federal no revelaron el impacto que esos incrementos, tal vez anuales y subsecuentes, tendría en el nivel general de precios.

     Sin embargo, algunos economistas han coincidido que si el incremento al salario mínimo se hace de una sola vez el impacto inflacionario puede ser poco relevante, aunque dependería, claro está, de la magnitud del incremento y que éste se de sólo en el mínimo y no en otros niveles salariales.

     En el caso de que se dé un aumento al mínimo “lo deseable sería aumentar el salario en una ocasión de manera que el impacto en inflación se presente solamente de forma temporal y no se altere la trayectoria de precios”, dijo el banco BBVA Bancomer, el más grande de México, en un reporte sobre el tema.

     La propuesta de Mancera, sugirió BBVA Bancomer para no generar un impacto inflacionario no deseado, hace énfasis precisamente en que el incremento se debe dar sólo para el salario mínimo y no para ninguna otra remuneración.

     “Debe quedar claro que esta es una política delimitada específicamente al universo de trabajadores asalariados de menores ingresos, es decir, no se está planteando un aumento salarial para todos los trabajadores”, dijo Esquivel.

     En cuanto al impacto en el empleo, las autoridades dijeron que su estudio arroja elementos contrarios a los que han expresado los opositores a la recuperación salarial. Desde su perspectiva, al incrementar el salario mínimo, y sólo el mínimo, podría generar un efecto positivo y no negativo sobre el empleo, dado que la mayor paga haría que muchos trabajadores que hoy están en el sector informal opten por buscar un trabajo formal.

     Al mismo tiempo quienes reciben un mayor pago podrían tener un mayor incentivo para incrementar su productividad a fin de no perder un trabajo que ahora es más valioso por ser mejor remunerado.

     Una postura que de cierta manera también comparten otros economistas.

     “A nivel internacional, existe una amplia evidencia de que aumentos moderados en el salario mínimo no se traducen en menores niveles de empleo”, dijo BBVA Bancomer en su reporte. Claro que “la única manera de aumentar de manera sostenida el ingreso de los trabajadores es mediante mejoras a la productividad”.

     Este último punto es el que muchos especialistas han mencionado y con el que también coincidió recientemente el gobernador de Banco de México, Agustín Carstens, quien dijo que una mejor manera para incrementar los ingresos de los trabajadores era incrementar su productividad.

     Aun cuando las autoridades del gobierno del Distrito Federal confían en que la medida que proponen no tendrá los efectos negativos que sus opositores mencionan, dijeron que el aumento al salario mínimo deberá ser vigilado de cerca a fin de que los propósitos iniciales se alcancen o bien que se puedan contener los efectos negativos o colaterales no previstos.

     “La política de recuperación debe ser significativa, prudente y gradual y debe ser monitoreada sistemáticamente por los hacedores de la política económica”, dijo Salomón Chertorivski Woldenberg, secretario de desarrollo económico del gobierno del Distrito Federal, durante la presentación.

     El jefe de gobierno finalizó la presentación diciendo que dentro de sus facultades propondrá una iniciativa a la Asamblea de Representantes del Distrito Federal para que al menos en la capital del país se desvincule el salario mínimo del valor de las multas, sanciones y cualquier otro precio público que dependa del nivel del salario mínimo de la Ciudad de México.

     Posteriormente elevará el salario mínimo de los 14,000 trabajadores del gobierno del Distrito Federal que reciben ese nivel de paga y saldrá a vender su propuesta a empresarios, académicos, gobernadores, la Secretaría de Hacienda y Banco de México, entre otras dependencias, a fin de convencerlos de las bondades de la media para que ésta se vuelva realidad y con ella se ayude a reducir los niveles de desigualdad económica que enfrenta México.

     El jefe de gobierno del Distrito Federal carece de facultades para fijar la política salarial en la Ciudad y menos en el país, una prerrogativa que tiene la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos y que depende de la Secretaría del Trabajo y en la que también participan representantes de los sectores sindical y empresarial.

     “Al presentar este documento no estamos dando por cerrado el debate, por el contrario, estamos proponiendo que la discusión se dé en otro nivel, con más información actualizada, que superemos objeciones iniciales y que busquemos eso precisamente que dije antes ver que sí se puede”, dijo Mancera. “Esa es la enorme importancia que hoy tiene la presentación de este documento”-

    


Fecha de publicación: 28/08/2014

Etiquetas: México economía laboral salarios trabajadores trabajo Miguel Mancera