Glenn Close ha dicho que fue al ver la entrevista de Katharine Hepburn en el programa The Dick Cavett Show de 1973, cuando aún era estudiante de artes dramáticas en William & Mary, lo que la inspiró a tomar en serio la actuación.

“Me quedé fascinada”, dijo Close, de 71 años. “Siempre supe que sería una actriz, pero algo [en esa entrevista], me convenció de serlo”.

En 1990, Close conoció a Hepburn en el Kennedy Center Honors y le platicó acerca de ese día fortuito, y más tarde Hepburn le envió una carta que decía: "Me alegra haberte convencido cuando eras una niña de que te unieras a esta terrible profesión --esta aterradora profesión-- y, seamos sinceros, esta deliciosa manera de pasar la vida”.

Ciertamente, los fanáticos piensan lo mismo, después de haber visto a Close conquistar el escenario y la pantalla de plata película tras película con sus grandes actuaciones, seis nominaciones al Oscar, tres Tony Awards, tres Emmy y dos Golden Globes en el proceso.

A lo largo de su larga carrera, se ha hecho famosa por interpretar a mujeres multifacéticas, a menudo contradictorias, ya sea la calculadora e ingeniosa Marquesa de Merteuil en la película de Stephen Frear ‘Dangerous Liaisons’ o la excéntrica Norma Desmond en ‘Sunset Boulevard’ en Broadway.

Ahora protagoniza la adaptación cinematográfica de ‘The Wife’ (‘La buena esposa’), basada en la novela de Meg Wolitzer, como Joan Castleman, quien, después de casi 40 años de apoyar a su marido novelista, ve su relación con un enfoque devastador cuando él es galardonado con el Premio Nobel de Literatura –y que salen a la luz secretos que han estado ocultos durante mucho tiempo.

 

El diario The Wall Street Journal (WSJ) entrevistó a Close a principios de este verano en su casa ubicada en el estado de Nueva York previo al lanzamiento de la película en los cines, y que se estrenó el fin de semana pasado en México.

 

WSJ: ¿Cómo te preparas normalmente para un papel?

Glenn Close: Busco en las profundidades de mi mente la motivación. Eso me encanta y para mí, es todo. En lo personal, el alimento del alma es el proceso –ver a qué me estoy enfrentando y cómo me desafía eso.

Encontré a ‘The Wife’ muy desafiante. La generación de mi hija y de las mujeres más jóvenes, no entienden lo que era el pre-feminismo. [Joan] es una mujer que fue de la generación de mi madre.

Mi madre, a pesar de todos sus increíbles dones, vivió su vida a través de mi padre. A veces queríamos sacudirla, para que reaccionara, pero ella decía: “Hice una promesa y quiero cumplirla”.

Pero cuando cumplió 80 años dijo, con cierta melancolía: “No sé si alguna vez logré algo en mi vida”. Eso me mató.

Entonces, ¿cómo interpretar a una mujer así? Creo que lo que se nos ocurrió fue una relación muy compleja e interesante que no se puede categorizar fácilmente.

 

WSJ: Tu actuación en ‘The Wife’ es una interpretación muy mesurada. ¿En lo personal, el proceso de transformación se vuelve más fácil con cada rol?

GC: No, no tengo ningún truco. En todo caso, aprendí a ser paciente conmigo misma. Piensa en cuánto tiempo [necesitas] para conocer a otro ser humano.

Todavía estoy aprendiendo cosas sobre mi mejor amigo, por lo que esperar que puedes saber todo sobre un personaje fácilmente es no permitirte el tiemp suficiente para hacerlo.

El escenario es una cosa: básicamente tienes el control. Pero en el cine, con toda la edición, tienes que confiar en que el director elija las tomas que muestren lo que has hecho. Lo que he aprendido a lo largo de los años es que, en las películas, la forma de mantener a la audiencia involucrada emocionalmente es a través de los primeros planos.

 

WSJ: ¿Qué tipo de escenas son las más desafiantes para ti? Me imagino que son las escenas en primeros planos. Hay un primer plano en ‘The Wife’ en el que haces algo hermoso, ese cambio leve, casi imperceptible.

GC: Lo interesante del primer plano es que puede registrar muchos detalles. Incluso si no comprendes exactamente lo que está sucediendo, sabes que algo está sucediendo.

Mis escenas favoritas son las escenas sin palabras. A mí me cayó el veinte de ello en ‘The Big Chill’. Ahí mi personaje está hablando de Alex, el tipo que se suicidó, con el personaje de JoBeth Williams, y me di cuenta en esa escena de que lo que tengo en la cabeza es tan importante como lo que profiere mi boca.

 

 

WSJ: ¿Tiene algún personaje favorito?

GC: ¿Cuál es su papel favorito?

WSJ: Bueno, soy muy fanático de ‘Jagged Edge’. Obviamente, ‘Atracción Fatal’. Probablemente la vi antes de que fuera apropiado verla en mi caso. Sé que se filmó un final alternativo y que fue probado con el público, pero no funcionó bien.

 

GC: El público la detestó.

 

WSJ ¿Por qué fue eso?

GC: [Mi personaje] se suicida, que es cómo ese personaje debería haber terminado así. Pero la audiencia no creyó que con eso hubiera sido castigada lo suficiente. No sé si solo se trató del público estadounidense, pero no tuvo ese final propiamente.

Con la segunda escritura y filmación –que me convirtió en una psicópata y que no es lo que ese personaje sería originalmente-- ésta termina siendo una escena que se convirtió en una imagen familiar. Así que había esperanza de que el orden se restablecería y todos ellos sobrevivirían a esta terrible criatura.

Alguien había abusado de ella. Y por el personaje que estaba interpretando, uno deduce que había algo extraño con su padre --básicamente estaba interpretando a alguien que había sido abusada sexualmente desde muy joven, lo suficiente como para realmente perturbarla emocionalmente. Así que estaba interpretando a alguien que básicamente había sido objeto de abuso sexual y necesitaba ayuda; y por eso estaba fuera de control, y hace lo que hace.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 28/08/2018