El niño y el caballo de ‘Lean On Pete’ (‘Apóyate en mí’) son una pareja del tipo vulnerable. Charley, un adolescente solitario que interpreta maravillosamente bien Charlie Plummer, está poco relacionado con el mundo de los adultos. Su madre lo abondonó hace mucho tiempo y su progenitor, sólo de nombre, no comprende que el chico necesita un padre que funcione.

El caballo, Lean On Pete, o Pete para abreviar, está vagamente conectado a una parte sórdida del mundo de las carreras, donde los caballos de cuarto de milla como él corren por míseras bolsas, rara vez descansan y terminan en las carnicerías de México si no mantienen su racha ganadora.

 Cómo se relacionan estos dos seres disímbolos es parte de la historia de esta fina película discursiva, que Andrew Haigh dirigió a partir del guion que él y Willy Vlautin basaron en la novela de este último.

La otra parte es la odisea áspera y conmovedora que lleva al chico y al caballo desde Oregon hasta Wyoming, llevando a Charley a las puertas de la edad adulta.

¿Qué es lo que nos hace atribuirles una sabiduría profunda a los caballos? En otra película reciente sobre sagas equinas, ‘The Rider’, la comunicación hombre-caballo es más mística que audible. En “Lean On Pete” es hiperverbal: Charley le cuenta la historia de su vida a su querido compañero durante los largos días de viaje y en el desierto. Sus conversaciones son unilaterales. Pete relincha, resopla y gimotea, pero por lo demás se mantiene sobrio.

En otra película, tales soliloquios podrían parecer no tener sentido, pero en esta cinta son perfectamente naturales y a menudo conmovedores por las circunstancias; Charley necesita un oyente tan urgentemente como Pete necesita caricias en su nariz.

La película anterior de Haigh fue “45 years”, un drama de angustia matrimonial, protagonizado por Charlotte Rampling y Tom Courtenay, en el que no se expresaban los sentimientos más intensos. Las palabras en su nueva película son penetrantes en sí mismas, y la gran actuación de Plummer les confiere más impacto.

Al inicio de la cinta, él es joven pero parece más joven,  cuando Charley parece ser tan inocente y serio que temes que no pueda para sobrevivir en el mundo. Eso cambia, y radicalmente, a medida que progresan sus viajes con Pete, pero la maravilla --así como el objetivo-- de este memorable retrato es persistente inocencia de Charley durante todo el drama.

    Steve Buscemi proporciona un sardónico alivio como Del, el desaliñado propietario de Pete e improbable sustituto del padre de Charley. Chloë Sevigny es Bonnie, la novia y jockey de Del, que le advierte una y otra vez a Charley que no se apegue a Pete.

   “No es una mascota”, le dice ella, “solo es un caballo”. Eso es fácil decirlo, pero no tanto el hacerlo.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 21/08/2018