El número de abejas está en declive, lo que ha eleva tanto el precio de la mal ponderada polinización que esto ha estimulado un mercado negro de abigeato apícola que comercia con colmenas robadas.

Los cultivadores de almendras del valle central de California, que necesitan 1.8 millones de colmenas anuales, han visto cómo el costo de alquilarlas creció en la última década de 50 a 200 dólares diarios --lo suficientemente valioso como para que los ladrones nocturnos hurten miles cada temporada en medio de la noche, para ser renombradas y rentadas a diferentes productores.

El año pasado, la policía descubrió un alijo de abejas de contrabando con un valor cercano al millón de dólares.

Los agricultores, apicultores y biólogos tienen un nombre para el problema: el “Abejocalipsis”. Éste comenzó misteriosamente en 2006, cuando los colmenares comenzaron a decaer en masa en Norteamérica, y que luego se extendió a Europa. Las abejas de aspecto saludable simplemente se alejan volando y nunca más regresan, dejando atrás los peines llenos de miel y una reina desatendida y moribunda.

En ese momento, los científicos apodaron a este fenómeno como “trastorno del colapso de las colonias” e iniciaron un esfuerzo de investigación masivo, sin embargo, ninguna causa clara de la epizootia ha surgido. Más extraño aún, las abejas siguen muriendo a pesar de que el desorden del colapso de las colonias alcanzó su punto álgido rápidamente y que ha estado disminuyendo.

Esos síntomas clásicos del colmenar vacío ahora aparecen en menos de 5% de las colmenares fallidos; sin embargo, los apicultores continúan perdiendo entre 30 y 40% de sus existencias cada temporada.

La gente necesita abejas desesperadamente. Los biólogos le atribuyen cada tercio de bocado de la comida que conforma la dieta humana a la polinización de las abejas, y en términos de los cultivos alimenticios más populares y nutritivos, la relación es aún mayor; las abejas visitan más de 75% de estos.

Las abejas también proporcionan gran parte del sabor a la dieta humana, ya sea o no nutritiva. Tome por ejemplo la clásica hamburgesa: el trigo del pan proviene de granos polinizados por el viento y la carne de una vaca alimentada con pasto y granos plenos de azúcares, minerales y vitaminas.

Pero también está la salsa especial, que requiere al menos cinco ingredientes diferentes que dependen de las abejas, incluido el pimentón (obtenido de un pimiento polinizado por abejas), la cúrcuma (la raíz de un jengibre polinizado por abejas) y el aceite de canola (de las semillas de una mostaza polinizada por abejas). Las rebanadas de pepinillos provienen de pepinos polinizados por abejas, y las cebollas requieren polinización de abejas para producir semillas. Incluso el queso implica teñirlo con achiote polinizado por abejas, la leche de las vacas lecheras que comen alfalfa polinizada por abejas y un emulsionante hecho de soya, misma que puede auto-polinizarse, pero producir mayores rendimientos si las abejas están presentes.

Ahora, las abejas también necesitan a las personas. Para reponer sus existencias, los productores de almendras de California están trabajando con especialistas en polinizadores para agregar setos vivos aptos para las abejas y cultivos de flores silvestres nativas a más de 10 mil acres, con el objetivo de triplicar la diversidad local de abejas y reducir la necesidad de colmenas alquiladas provenientes de varias regiones del país.

Los expertos creen que múltiples factores deben estar en juego en la difícil situación que enfrentan las abejas. Los principales sospechosos son los parásitos, la mala nutrición, los agentes patógenos (insectos) y los pesticidas.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 19/07/2018