En lugar de ser entrañable, la versión para el cine de la serie de libros ‘Peter Rabbit’ producida por Sony Pictures Animation a lo mucho podría llegar a ser agradable, aun así la escritora Beatrix Potter bien podría estarse retorciendo inconsolable en su huerto.

Peter, con la voz de James Corden, ha perdido su inocencia en éste frenético e intermitente divertido híbrido de animación y acción en vivo.

Sin duda alguna, también la joven audiencia de la película; ya han pasado aquellos días en que la mayoría de los niños conocían por primera vez a los personajes clásicos de la literatura infantil en las páginas de los clásicos libros con portada, contraportada y lomo.

Sin embargo, las películas pueden conferirles a estos personajes nuevas dimensiones, mientras que ésta adopta un tono demasiado modernista y se convierte en una batalla campal --tubos de dinamita contra proyectiles de tomate-- entre un humano indignado y la intrépida banda de vegetarianos insaciables de Peter.

El director fue Will Gluck, que dirigió su propio clásico, la comedia colegial de 2010 ‘Easy A’; Rob Lieber y el propio Gluck escribieron este guion. Por un momento, la némesis de Peter es, más o menos, el personaje McGregor del cuento de Potter, pero pronto es reemplazado por el sobrino nieto y heredero de McGregor, Thomas (Domhnall Gleeson), un veterano descontento del departamento de juguetería de la tienda departamental Harrods.

Thomas, que cuida su nuevo jardín, considera la fuerza invasora de conejos y otras criaturas pequeñas como una infestación que necesita ser exterminada.

 Por el contrario, su vecina, Bea, una artista interpretada por Rose Byrne, los ve como los adorables personajes que fueron en la historia original de Potter. De hecho, ¿Bea sería el diminutivo de Beatrix? Ella pinta coloridas escenas que evocan las maravillosas ilustraciones de acuarela de Potter, escenas que cobran vida en secuencias encantadoras que evocan la animación pintada a mano, y que pueden hacer que los adultos rememoren los dibujos animados de su infancia antes de los efectos digitales.

Si lo perfecto es enemigo de lo bueno, el exceso es enemigo de lo que es suficiente en el entretenimiento. Este ‘Peter Rabbit’ tiene ciertos encantos, entre ellos el vínculo afectivo entre Peter y Bea, y la cinematografía de Peter Menzies Jr., cuyo padre filmó 63 episodios de ‘Skippy’, la clásica serie de televisión australiana que fue muy querida entre un niño y su canguro.

Pero los realizadores --o igual que los productores-- no se pueden resistir a las secuencias que están insistentemente fuera de la escala de la invasión de viviendas y la guerra en los jardines.

El elenco del doblaje incluye a Daisy Ridley, Sam Neill y Margot Robbie, quien, como la conejita Flopsy, funge como la narradora. Una de las partes más divertidas es un ciervo que, asustado por los coches, sigue repitiendo el triste mantra, “Faros . . . faros”. Otro se refiere a un gallo que da la bienvenida cada amanecer con alegría pero sin cerebro: “¡El sol sale otro día!”, canta. “¡No lo puedo creer!”

Estos chistes surgen sin ninguna insistencia.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 13/03/2018