¿Por qué lo hacen?

Una serie de acusaciones de acoso sexual contra conocidos líderes empresariales, celebridades y políticos ha dejado a la gente preguntándose por qué algunos hombres exitosos se comportan de tal manera.

En muchos casos, el poder parece jugar un papel preponderante. Ciertamente, la mayoría de los hombres influyentes tratan a las mujeres de una manera apropiada.

¿Pero, qué sucede desde el punto de vista psicológico con los que no se comportan así? La investigación muestra que ellos tienen diferentes motivaciones pero típicamente comparten rasgos de personalidad que son específicos. Su poder enfatiza las pulsiones que ya tienen.

El poder puede ser aislante. Los psicólogos dicen que las personas que tienen poder a veces se sienten apartadas de los demás, como si no estuvieran sujetas a las mismas reglas que rigen el comportamiento de los demás. Pueden operar como si estuvieran en una burbuja.

“Las personas poderosas a menudo se rodean de personas permisivas que no los desafian”, dijo Christopher Kilmartin, profesor emérito de psicología de University of Mary Washington, en Fredericksburg, Virginia, y autor del libro “The Masculine Self” (El yo masculino).

Una serie de cinco estudios, publicados juntos en la revista Journal of Personality and Social Psychology el año pasado, muestra que el poder puede generar oportunidades para que los hombres maltraten a las mujeres. Sin embargo, aquellos que optan por explotar estas oportunidades a veces son hombres que se sentían impotentes en el pasado y que de repente vieron incrementar su poder. Este tipo de hombre, que se ve a sí mismo como un ser crónicamente carente de poder, fue el más propenso a mostrar una atracción inapropiada en el lugar de trabajo o exhibir un comportamiento de acoso, de acuerdo con la investigación.

El poder también puede hacer que las personas se sientan menos inhibidas, dijo Melissa Williams, profesora asociada en Goizueta Business School de Emory University y la principal investigadora del estudio. “Hay paralelismos con el alcoholismo”, dijo. “Ambos hacen que las normas sociales te limiten menos”.

Para muchas personas esto es positivo. Las personas que son compasivas antes de tener poder, por ejemplo, tienden a ser más compasivas después, muestra la investigación. Ellos son los buenos jefes.

Pero algunos deseos son negativos. La investigación de décadas con miles de hombres muestra que aquellos que acosan o atacan a las mujeres a menudo tienen una combinación de dos conjuntos distintos de rasgos de la personalidad, y que luego se amplifican con el poder, dijo Neil Malamuth, profesor de psicología y comunicación en University of California, en Los Angeles. Los psicólogos llaman a esto “masculinidad hostil” y “sexualidad impersonal”.

Los hombres con “masculinidad hostil” encuentran que el poder sobre las mujeres es excitante desde el punto de vista sexual. Sienten ira al verse rechazados por una mujer. Esto es algo que los investigadores creen que probablemente les sucedió mucho cuando eran jóvenes. Además justifican su agresión y a menudo son narcisistas.

Los hombres con “sexualidad impersonal” prefieren el sexo sin intimidad o una conexión cercana, lo que a menudo los lleva a buscar sexo promiscuo o tener varias parejas. A menudo, pero no siempre, este tipo de persona ha tenido un entorno familiar difícil cuando era niño, con abuso o violencia, o presentaban algunas tendencias antisociales cuando eran adolescentes.

Los hombres que acosan o agreden a las mujeres también tienden a tener actitudes sexistas, como una oposición a la igualdad de género o a favorecer los roles tradicionales de las mujeres, dijo John Pryor, distinguido profesor emérito de psicología en Illinois State University, en Normal, Illinois, quien ha estudiado el acoso sexual por décadas.

“No es algo automático, no es que el poder corrompa”, dijo el Dr. Malamuth de UCLA. “Es un cierto tipo de hombre que usa su poder de esa manera”.

El Dr. Malamuth dijo que tiene una nueva e inédita investigación que muestra que los hombres que son agresivos con las mujeres tienen más probabilidades de buscar o crear una situación en la que las mujeres sean más vulnerables. Así que no es coincidencia que sean ellos quienes busquen el poder con afán desmedido, especialmente sobre las mujeres jóvenes y hermosas, que fueron quienes tendieron a rechazarlas cuando jóvenes. Entonces su agresión natural los hace más propensos a obtener poder para después lograr su cometido.

“El mal comportamiento su defensa contra la impotencia, ya sea real o imaginaria”, dijo el Dr. Kilmartin, de University of Mary Washington.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 01/03/2018