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¿Qué dices?
Cuando el habla se canaliza hacia su oído derecho, la señal inicial llega al lado del cerebro que procesa el lenguaje en aproximadamente 20 milisegundos.
Pero si la información es capturada por su oído izquierdo, éste viaja por una ruta más larga y tortuosa, retrasando la transmisión del mensaje.
Eso no es un problema si ambos oídos escuchan las mismas palabras, pero cuando cada uno recibe mensajes que compiten entre sí (piense en hablar por teléfono mientras alguien le habla de cerca), la información capturada por el oído derecho se procesará de manera más eficiente.
El fenómeno se conoce como la ventaja del oído derecho.
Esto ayuda a explicar por qué los niños, en particular, tienen problemas para manejar la información cuando señales en competencia bombardean cada uno de sus oídos, y la nueva evidencia sugiere que también puede afectar a los adultos cuando están tratando de absorber información compleja.
“En los niños, el oído derecho tiene una gran ventaja”, dijo Aurora Weaver, profesora de trastornos de la comunicación en Auburn University. “No es que el oído izquierdo no esté escuchando. Es que el cerebro no puede usar esa información y responder a ella al unísono”.
Los audiólogos prueban la capacidad de procesar mensajes que compiten entre sí presentando diferentes materiales simultáneamente a cada oído y luego pidiéndole a la persona que lo repita.
Tradicionalmente, se presentan dos dígitos en cada oreja.
Un niño típico de siete años repetirá con precisión la información presentada en el oído derecho aproximadamente 70% del tiempo, dijo Frank Musiek, profesor de habla, lenguaje y ciencias de la audición de University of Arizona. El mismo niño repetirá con precisión la información presentada en el oído izquierdo aproximadamente 55% del tiempo.
“Esto es parte de lo que sucede cuando crees que un niño no está prestando atención”, dijo el Dr. Weaver. “Si un compañero de clase le habla en el oído derecho, es más difícil atender lo que se discute en clase”.
Cuando el habla es captada por el oído derecho, éste generalmente viaja directamente al hemisferio izquierdo del cerebro, donde, para la mayoría de las personas, se procesa el lenguaje.
Pero el habla recabada por la oreja izquierda típicamente viaja primero al hemisferio derecho. A partir de ahí, debe transmitirse al hemisferio izquierdo a través de una amplia banda de fibras nerviosas que facilita la comunicación entre ambos hemisferios y que se conoce como el cuerpo calloso.
“Cuando tienes una vía directa de la oreja derecha al hemisferio izquierdo, no tienes que cruzar todo el ancho del cerebro para llegar al otro lado”, dijo Musiek. “La señal del oído izquierdo está en desventaja”.
El relevo puede tardar de tres a cinco milisegundos o tanto como 300 milisegundos. “Estamos hablando de una diferencia significativa”, agregó Musiek.
La ventaja del oído derecho es más evidente en los niños que en los adultos porque la mielina, la envoltura proteínica aislante que permite que los impulsos nerviosos se muevan más rápidamente a través del cuerpo calloso, no se ha desarrollado del todo. A medida que la mielina se forma con el paso de los años, el relevo de la información desde el hemisferio derecho hacia la izquierda mejora, y la ventaja del oído derecho se desvanece.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 22/02/2018