Hace tres décadas, un historiador escribió seis leyes para explicar el malestar que priva en la sociedad por el poder y la omnipresencia de la tecnología. Aunque se basan en ejemplos históricos tomados de la Guerra Fría, las leyes se leen como un hoja de trucos para explicar nuestra era de Facebook, Google, iPhone y FOMO.

Probablemente usted nunca haya oído hablar de estos principios o de su autor, Melvin Kranzberg, profesor de historia de la tecnología en Georgia Institute of Technology, quien falleció en 1995.

Lo que es más penoso es que la mayoría de los innovadores de la actualidad, los cuales están creando los servicios y las herramientas que han puesto patas arriba a la sociedad, tampoco las conocen.

Afortunadamente, las leyes han sido transmitidas por un pequeño grupo de tecnólogos que refieren que éstas han tenido un impacto profundo en sus ideas. El texto debe servir como base, algo así como un juramento hipocrático, para todas las personas que crean y construyen cosas.

 

1. ‘La tecnología no es ni buena ni mala; tampoco es neutral '

La primera ley del profesor Kranzberg, una observación aparentemente mundana, también es la más importante. Él se percató que el impacto de una tecnología depende de su contexto geográfico y cultural, lo que significa que a menudo es bueno y malo, al mismo tiempo.

Su ejemplo fue el DDT, un plaguicida y probable carcinógeno que, no obstante, salvó la vida de cientos de miles de personas en la India como una forma barata y efectiva de prevenir la malaria. Ahora podemos ver cómo una tecnología, los grupos de Facebook, pueden ser un salvavidas para los padres de niños con enfermedades raras y a la vez una plataforma que radicalizan a los extremistas políticos.

No hay nada absolutamente bueno o malo, sólo que tan buena o mala es una tecnología en un contexto específico. Esto nos lleva a un problema que las empresas tecnológicas a menudo están reacias a enfrentar: su enorme poder implica que tienen la obligación de tratar de anticipar el impacto potencial de cualquier cosa que produzcan.

“El pequeño y sucio secreto de las personas altamente capacitadas es lo que hemos tenido que olvidar para lograrlo”, dijo Bill Buxton, investigador de Microsoft Research y uno de los creadores de la interfaz multitouch. “Volverse espectacular en cualquier disciplina de la tecnología significa que no estás bien equipado para abordar estas cuestiones”.

Hay innumerables ejemplos de ésta falla únicamente del año pasado, desde campañas exitosas de la influencia rusa en las redes sociales hasta el lanzamiento demasiado agresivo de la tecnología de piloto automático de Tesla.

 

2. ‘La invención es la madre de la necesidad’.

Sí, eso está en contraposición con lo que recuerda. Significa que “cada innovación técnica parece requerir avances técnicos adicionales para que sea completamente efectiva”, escribió Kranzberg.

En nuestro mundo moderno, la invención del teléfono inteligente ha llevado a la necesidad de un sinnúmero de tecnologías diferentes, desde estuches para teléfonos hasta los sistemas inalámbricos 5G. ¿La cura de Apple para cuando ve demasiado a su teléfono? Un reloj inteligente para echarle un vistazo 100 veces al día.

 

3. ‘La tecnología viene en paquetes, tanto grandes como pequeños’

Para entender cualquier parte de un paquete tecnológico, es necesario analizar su interacción y dependencia con el resto, escribió Kranzberg, incluidos los seres humanos esenciales para su funcionamiento. Si bien la innovación elimina puestos de trabajo, también crea innumerables nuevos empleos.

El acero, el petróleo y el ferrocarril fueron el paquete de tecnologías que dominaron el siglo XIX y principios del XX, especialmente en Estados Unidos, del mismo modo que internet, los teléfonos móviles y la conectividad inalámbrica están transformando el siglo XXI.

 

4. “Aunque la tecnología podría ser un elemento primordial en muchos asuntos públicos, los factores ajenos a la misma tienen prioridad en las decisiones de política tecnológica”.

“La gente piensa que la tecnología como abstracción tiene algún tipo de poder intrínseco, y no es así”, dijo el historiador Robert C. Post, amigo y colega del profesor Kranzberg. “Tiene que estar motivada por el poder político o el poder cultural o algo más”.

Recientemente, representantes en el Congreso declararon su intención de obligar a Google de Alphabet, Facebook y otras empresas a revelar quién paga anuncios políticos en sus servicios, alineándolos con la televisión, la radio y la prensa.

Estas divulgaciones estaban ausentes de la regulación de los anuncios de internet no por alguna razón técnica, sino porque en 2006, Federal Election Commission fue benévola al regular el nuevo medio.

En términos más generales, los legisladores se están interesando en todo, desde la privacidad y la transparencia de los datos hasta cuestiones de seguridad nacional y antimonopolios en la tecnología --debido a un cambio en nuestra cultura que en la tecnología misma.

 

5. ‘Toda la historia es relevante, pero la historia de la tecnología es la más relevante’.

La Guerra Fría llevó a la acumulación de armas nucleares y los misiles para lanzarlos a cualquier lugar de la Tierra. Eso llevó al desarrollo de un sistema de comunicación a prueba de guerras: internet. Muchas innovaciones relacionadas posteriormente se filtraron a cada aspecto de nuestras vidas.

¿Pero eso significa que le debemos al mundo moderno la competencia existencial entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética? ¿O fue ese conflicto en sí mismo impulsado por los desarrollos tecnológicos previos que permitieron a Hitler amenazar a ambas naciones?

 

6. ‘La tecnología es una actividad muy humana’

“La tecnología es capaz de hacer grandes cosas”, dijo Tim Cook, el director ejecutivo de Apple, en su discurso de apertura de 2017 en el MIT. “Pero no quiere hacer grandes cosas --no quiere nada”. La cuestión, continuó Cook, es que a pesar de su poder, la forma en que usamos la tecnología depende exclusivamente de nosotros.

El truco es que, debido a que la tecnología generalmente alcanza la adopción masiva a través de las corporaciones, esas empresas deben pensar en las consecuencias de sus acciones y en cómo se benefician de ellas. Cuando las empresas no lo hacen, los reguladores, los periodistas y el público a veces lo hacen en su lugar.

Cook establece el tono en Apple, con su inclinación por los pronunciamientos públicos sobre cómo la empresa protege los datos de los usuarios. Google ha adoptado recientemente iniciativas como las listas de verificación de “diseño inclusivo” para garantizar que la audiencia más amplia posible haya probado nuevos servicios y medidas antidiscriminatorias para que la inteligencia artificial sea menos racista. Facebook ahora cuenta con equipos dedicados a la privacidad, la seguridad y la seguridad que revisan las nuevas funciones y servicios antes de que se implementen.

Como señaló proféticamente el profesor Kranzberg al comienzo de la era de internet, “muchos de nuestros problemas relacionados con la tecnología surgen debido a las consecuencias imprevistas cuando se emplean tecnologías aparentemente benignas a escala masiva”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

Copyright © 2017 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 18/12/2017