A raíz del Huracán María, muchos puertorriqueños están enfrentando crecientes preocupaciones de salud debido a la falta del acceso confiables a los servicios médicos, suministros y agua potable.

Maggie Reuteman, enfermera voluntaria registrada de la Cruz Roja en Puerto Rico, dijo que algunos pacientes con oxígeno están racionando su suministro, por temor a no poder obtenerlo a tiempo. Eso podría conducir a infecciones respiratorias como la neumonía, si los pacientes no pueden respirar adecuadamente y se acumula líquido en los pulmones, dijo.

Los residentes locales han reportado casos de infecciones oculares y dicen que están preocupados por otros riesgos para la salud por la exposición a aguas y escombros sucios. Fernando Roura, un médico de la sala de emergencias del hospital Centro Médico de San Juan, dijo que los casos más comunes que están tratando los médicos son caídas, heridas e insuficiencia renal.

“La situación es de alto riesgo”, dijo Cecilia Jiménez Díaz, residente de San Juan. Ella y sus hermanas saldrán de Puerto Rico en los próximos días para quedarse con su familia fuera de la isla. Una de sus hermanas sufre de depresión y la otra de convulsiones. “Somos ancianos. Estamos muy preocupados”, dijo.

El gobernador Ricardo Rosselló dijo el martes que el recuento oficial de muertes por la tormenta más fuerte que azotó la isla en casi un siglo había aumentado de 16 a 34. Tres de ellas, dijo, se debieron al suministro fallido de oxígeno luego de los cortes de electricidad. Otras causas de muerte incluyen el suicidio después de la tormenta, ataques cardíacos y ahogamientos. Dos muertes ocurrieron durante las operaciones de búsqueda y rescate, dijo.

El gobernador Rosselló dijo que el gobierno está monitoreando de cerca la situación de salud pública para identificar posibles brotes de enfermedad o padecimiento. Hasta ahora, eso no ha sucedido. Dijo que habían aparecido casos de conjuntivitis por infección ocular en un refugio en Ponce, ciudad ubicada en la costa sur de la isla. Las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el Zika y el Chikungunya, también son motivo de preocupación.

“Los mosquitos, los incidentes que podrían estar ocurriendo en los hospitales, los incidentes que podrían ocurrir en los refugios, queremos estar dos pasos adelante de ellos antes de que se conviertan en un gran problema”, dijo el gobernador Rosselló.

Durante la visita del presidente Donald Trump a Puerto Rico, el gobernador Rosselló dijo que discutió el llamado “dilema de Medicaid” que enfrenta Puerto Rico a medida que termine el bloque de subsidios contemplados en Obamacare de financiamiento federal. Medicaid se refiere al seguro para los ciudadanos de scados recursos financiado por el gobierno.

Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, 44% de los puertorriqueños vive en la pobreza. Aproximadamente la mitad está inscrita en Medicaid, según Kaiser Family Foundation, que rastrea la atención médica.

El final del bloque de subvenciones reduciría el financiamiento de Medicaid que se destina a Puerto Rico de mil 600 millones de dólares a aproximadamente 350 millones, dijo el gobernador Rosselló.

Los voluntarios y las agencias gubernamentales están trabajando para entregar alimentos y medicinas a las comunidades de toda la isla, pero el acceso puede ser irregular. El USNS Comfort, un buque médico operado por la Marina, arrivó a Puerto Rico con más de 800 empleados médicos para ofrecer asistencia, de acuerdo con Federal Emergency Management Agency, Fema (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias). Hasta el momento, 51 de un total de 69 hospitales están abiertos, según el último recuento del gobierno puertorriqueño. La mayor parte de la isla no tiene energía estable y depende de generadores de energía eléctrica.

Las persistentes inundaciones que dejaron la tormenta representan una preocupación particular, de acuerdo con expertos en salud pública y residentes locales.

Las aguas de inundación pueden contener productos químicos tóxicos, ser nocivas para la salud humana y ser vectores de enfermedades infecciosas, como E. coli, según Jill Johnston, experta en residuos peligrosos y aguas residuales de Keck School of Medicine de University of Southern California en Los Ángeles. El agua estancada puede servir como criaderos de mosquitos, que transportan virus como el dengue y el Zika.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo             

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Fecha de publicación: 26/10/2017