Sobrevivió al ataque de la crítica, el fracaso taquillero, enconadas disputas entre su director y productores, además de décadas de enfrentamientos entre bastidores sobre el control de su destino.

Ahora, 35 años después de su debut en la pantalla grande, ‘Blade Runner’ está de vuelta, tratando de demostrar que todavía hay vida en una franquicia que cuestiona qué es lo que significa ser humano.

Para los cinéfilos, es difícil creer que ‘Blade Runner’ fue considerada un fracaso cuando se estrenó en 1982, en términos generales.

Pero para la gente de Hollywood en ese entonces, hubiera sido aún más difícil imaginar que ‘Blade Runner 2049’, una producción que tuvo un costo de 150 millones dólares y a la que una pequeña compañía de Hollywood le ha apostado su reputación y gran parte de su futuro financiero, sería uno de los lanzamientos más esperados de 2017.

 Inicialmente, pocos supieron que opinar de esta cerebral y temperamental película negra de ciencia ficción del director Ridley Scott. Está situada en una ciudad de Los Ángeles que es todo menos utópica, donde la única luz que brilla durante las noches empapadas por la lluvia proviene de los masivos anuncios espectaculares de neón colocados en los edificios y dirigibles. El investigador de Harrison Ford, Deckard, no es un héroe al estilo Luke Skywalker, y el final, más simbólico que concluyente, no fue exactamente la destrucción de la Estrella de la Muerte.

 La película recaudó la mediocre cifra de 27.6 millones y Scott fue “masacrado con las peores críticas cinematográficas que he recibido en mi vida”.

 Pero como una botella de vino, o una pintura de Van Gogh, el interés en ‘Blade Runner’ se intensificó conforme pasaron los años. Scott notó que los videos musicales de MTV con frecuencia se inspiraban en la visión sombría de su película futurista y en sus diseños ásperos y angulosos. Cada aspecto del mundo que diseñaron Scott y su equipo, desde la producción hasta el vestuario, la iluminación y el trabajo de las cámaras, se convirtió en una tendencia influyente en los medios de comunicación, incluyendo películas, moda y videojuegos.

 El interés solo creció más con la versión de 1992 del director que le quitó la voz de trasfondo de Ford y le agregó una secuencia de ensueño, así como en 2007, con  la “versión final” que incluyó más ajustes. Informes de que Scott y Ford tienen diferentes opiniones sobre si el personaje interpretado por la estrella es un ser humano o un “replicante” robótico únicamente aumentó el interés de los devotos que diseccionaron el significado de la película.

 En el siglo XXI, los ejecutivos de Hollywood comenzaron a notar que ‘Blade Runner’ era una de las pocas películas de género bien amadas de las últimas décadas que no había merecido una secuela o que no había sido modificada. Hollywood está obsesionado con las franquicias en estos días, y la mayor parte del mejor material, desde las revistas de caricaturas hasta los Transformers o Star Wars, ya ha sido explotada. ‘Blade Runner’ era como una mina llena de oro que nadie había osado aprovechar.

 “Si no estás en condiciones de hacer la película número 15 de Star Wars, entonces tienes que buscar cosas que realmente motiven a la gente para asistir a las salas de cine”, dijo Tom Rothman, el presidente de Sony Pictures, empresa que co-financió la nueva película.

 Entre los desesperados por encontrar una nueva franquicia como ‘Blade Runner’ estaban Andrew Kosove y Broderick Johnson. Los co-directores ejecutivos de Alcon Entertainment que produjeron el gran éxito taquillero ‘The Blind Side’ en 2009, generándole ganancias inesperadas a su pequeña compañía.

Después de considerar la posibilidad de retirarse y cerrar la entonces empresa de 13 años de antigüedad en un punto álgido, los directores de la empresa y su patrocinador, el jefe de FedEx, Fred Smith, decidieron reinvertir los beneficios y tratar de llevar la empresa a un “nivel superior” dijo Kosove. Eso significaba películas de mayor calado que pudieran llegar a ser “éxitos” globales.

Resultó que ‘Blade Runner’ no sólo estaba disponible, sino que se adaptaba de manera única a Alcon. Después de que Scott gastó cinco millones de dólares por arriba del presupuesto cuando hizo la película original, el control de la película lo obtuvieron dos productores que cubrieron el exceso: Jerry Perenchio y Bud Yorkin. Perenchio, quien más tarde fue el director ejecutivo de Univisión y que murió en 2017, se negó a permitir la realización de cualquier secuela de ‘Blade Runner’ porque consideraba que el original era “sagrado”, recordó Cynthia, la viuda de Yorkin.

Pero los Yorkins eventualmente convencieron a Perenchio de que les permitiera pagarle cinco millones de dólares, con la ayuda de un financiero, para comprarle sus derechos a finales de los años 2000.

Luego comenzaron a ofrecer ‘Blade Runner’ a los estudios hasta que se dieron cuenta de que el contrato original le daba a Warner el derecho exclusivo de producir las secuelas. No pudieron llegar a un acuerdo con el estudio, pero supieron  que podrían trabajar con Alcon y seguir cumpliendo los términos del acuerdo, ya que sus películas son distribuidas por Warner.

Por cada película que produzca, Alcon pagará 11 millones a los tenedores de los derechos.

“La mitología de Blade Runner estaba muy poco resuelta, lo que significa que había un universo entero para ser explorado”, dijo Johnson. “Fue una oportunidad intrigante si podíamos conseguir a la gente adecuada”.

Nerviosos acerca de lo que pensaría el director, los socios de Alcon viajaron a Londres para cenar con Scott, quien dijo que había estado esperando casi 30 años para que alguien le pidiera que hiciera una secuela y discutir con entusiasmo sus ideas. Al trío lo corrieron del restaurante a medianoche.

 Scott desarrolló la historia con el escritor de la película original, Hampton Fancher, y al principio pensó dirigirla él mismo, pero decidió hacer ‘Alien: Covenant’ en su lugar. Teniendo a Ford comprometido para regresar a su papel original y la inclusión de Ryan Gosling en el elenco, como un detective más joven que lo busca, Alcon se acercó al director Denis Villeneuve, quien más tarde sería nominado para un Oscar por ‘Arrival’.

En el 2014, Kosove se reunió con Villeneuve en el escenario de filmación de ‘Sicario’, que dirigió Villeneuve, y le dio el guión de “2049” con un nombre de clave: “Acid Zoo”.

“Me encantó el guión, pero ¿realmente quería encontrarme en la imposible posición de hacer algo que todo el mundo, incluido yo mismo, consideraría una locura?”, recordó Villeneuve.

Accedió a hacer la película sólo después de asegurar la bendición de Scott. La solicitud del legendario cineasta fue que Villeneuve preservara gran parte del misterio del original, particularmente al no mostrar las colonias humanas de otros planetas que son un punto clave de la trama en ambas películas. “Eso es algo que yo también creo profundamente”, dijo Villeneuve, “esa sugerencia es algo más poderoso que mostrarlo”.

Gran parte de la narración de la original ‘Blade Runner’ se hizo a través de las sugerencias, en lugar de explicaciones concretas sobre el mundo o sus personajes. ‘2049’ tiene una trama más completa, pero sigue siendo lenta y cerebral en comparación con los grandes éxitos como ‘Wonder Woman’ y ‘Avengers’.

Villeneuve mantuvo lo que Scott describió como la “cadencia” de su película, en la que los personajes hablan de una manera un tanto tonificada y teatral.  “Honestamente ha hecho su propia película”, dijo Scott, que visitó una vez el escenario de filmación de ‘2049’en Budapest. “Pero definitivamente puedo decir que el padre fue mío”.

Para ayudar a financiar la costosa producción, Alcon obtuvo a Sony como socia. El estudio invirtió casi 100 millones de dólares y lanzará la película en el extranjero mientras comparte los beneficios globales. Warner Bros. estrenará la película en Estados Unidos y Canadá.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 03/10/2017